- Aunque, como buen liberal, se limita a recordar que Hispasat, filial de Abertis, es un activo estratégico.
- Otra reticencia que se añade a la decepción de Criteria por la oferta italiana.
- De la Serna sigue nublando el futuro: en principio, no renovará las concesiones de autopistas.
- Y eso ha sido, precisamente, la excusa del equipo de Abertis para vender la compañía.
Al ministro
Guindos le ha costado reconocer en público lo que ha confesado en privado, sus peros a la oferta de compra de la italiana
Atlantia por la española
Abertis. Pero lo ha terminado haciendo, aunque limitándose a recordar -eso sí, oficialmente- lo que ya se sabía: que si la OPA afecta al control de
Hispasat -donde la participación de Abertis es del 57%-, deberá tener el visto bueno del Gobierno.
Nada nuevo bajo el sol, sin traicionar en los modos
por lo que se tiene un buen liberal. De hecho, sobre la OPA en sí, no tiene nada que decir, salvo el examen a que se cumpla la norma en los pasos (competencias y mercado de capitales).
En lo otro, Hispasat, entra en juego un activo estratégico en el que el Estado tiene algo más del 8% (a través de la
SEPI y el
CDTI), precisamente por su carácter estratégico. Y a pesar de esa participación, minoritaria, tiene
derecho de veto sobre cualquier movimiento accionarial.
La reticencia puntual de Guindos se une, en cualquier caso, a la decepción en Criteria, el accionista de referencia de
Abertis, por la oferta italiana,
demasiado rácana, de 16,5 euros por acción.
Y Guindos se ha referido también a la otra cuestión espinosa, que nubla lo suyo el panorama. Me refiero al detonante que del que se ha servido que el equipo de Abertis quiera vender la compañía: la
ausencia de un modelo concesional de autopistas en España que de garantías para invertir. La filial francesa,
Sanef, pesa más ya en Abertis, de hecho, que los activos en España precisamente por esta cuestión.
Pues bien, Guindos se ha limitado a decir que el Gobierno "tomará la mejor decisión teniendo en consideración el interés general". Hay que tener en cuenta que concesiones de autopistas de Abertis
vencen no dentro de mucho tiempo. En otras palabras, nada nuevo o en la línea de lo dicho por el ministro de Fomento,
Íñigo de la Serna: que el Gobierno no prevé prorrogar el plazo de concesión de las vías, sobre el que decidirá en su momento.
Curiosamente, los
rácanos Benetton plantean su oferta, apoyándose en los valores de
Abertis por su fortaleza en las autopistas,
cuando el fuerte de Atlantia no está ahí, del que se han ido descolgando hasta en su propio país, sino en los aeropuertos, activos que dejó progresivamente en el pasado la española Abertis porque no le interesaban. Paradojas.
Rafael Esparza