Abril acaba de empezar, pero ya se sabe que será otro mal para el empleo, tras el desastre de marzo. Y es que ya van 3,97 millones de parados y no habrá efecto positivo de la Semana Santa en la contratación, como venía sucediendo en años anteriores.
Sí, de parados, a pesar de que la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, haya comparado a los afectados por un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) con quien está de baja por maternidad. En estos 3,97 millones de parados se incluyen los 3.114.772 afectados por los ERTE, según los últimos datos recogidos en El Economista, que no paran de crecer, y a los que se suman los 833.979 cotizantes perdidos en el tercer mes, según los últimos datos de la Seguridad Social.
Y ojo, porque aunque el Gobierno ha declarado ilegal el despido, la pandemia del coronavirus ha puesto al borde de la quiebra a muchas pequeñas y medianas empresas (pymes) y autónomos. Además, tras la Semana Santa, parece que se va a abrir la limitación que hasta ahora afectaba a los servicios no esenciales, pero aún no se sabe qué empresas podrán reanudar su actividad… Y a todo esto se suma el fin del permiso retribuido recuperable: acabará el día 9, Jueves Santo, y no se prorrogará, y ha supuesto que los trabajadores no hayan perdido su salario pero deberán recuperar las horas no trabajadas tras el estado de alarma.