- Pedro Sánchez temía que el tranvía de Parla salpicara al PSOE, y los Entrecanales, adjudicatarios de la concesión, también.
- El origen del conflicto está en el sobrecoste de 41 millones de la obra: pasó de 108 a 149 millones y el precio final asciende a 256.
- Todo cambia cuando un fiscal cuestiona ese incremento y apunta a las posibles conexiones entre políticos, técnicos y empresas.
- Los Entrecanales han sido favorecidos por gobiernos socialistas, del mismo modo que la reforma energética de Soria les ha cambiado el paso.
El polémico sobrecoste de 41 millones de euros en la construcción del tranvía de Parla ha acabado con Tomás Gómez como secretario general de la Federación Socialista Madrileña, pero también preocupa a la principal concesionaria de la obra, la constructora Acciona, que preside José Manuel Entrecanales (en la imagen).
El secretario de Organización del PSOE, César Luena, no hizo referencia a esto último, pero sí dejó claro, al anunciar el bombazo 'controlado' de la destitución de Gómez, que hay una relación directa entre la decisión de Pedro Sánchez y las investigaciones policiales y de la fiscalía por el sobrecoste del tranvía. En definitiva, que aparte del poco tirón electoral de Gómez, Sánchez no quiere que el caso salpique al partido. Les ahorro más detalles que conocen, como que el dichoso tranvía construido en la ciudad en la que Gómez fue alcalde durante casi una década (1999-2008) estaba presupuestada en 108 millones de euros y pasó a costar 149 (o sea un sobrecoste de 41) y a la postre, con los intereses de la deuda incluidos, el precio final alcanza los 256.
La investigación sobre la construcción del tranvía y las modificaciones posteriores del proyecto, sin concurso, son las que ahora están en la mesa un juzgado de Parla. El fiscal cuestiona el aumento presupuestario (habla de "hecho criminoso") y apunta a las posibles conexiones entre políticos, técnicos y las empresas que explotan el tranvía. Pedro Sánchez se ha defendido diciendo que esas investigaciones "son una fabricación" del PP en su campaña de acoso y derribo.
En cualquier caso, lo que preocupa al PSOE es sí hubo irregularidades y en qué medida le pueden afectar. No hay que olvidar que el Ayuntamiento de Parla está en quiebra, arrastra un déficit de 343 millones y su alcalde elegido en las últimas elecciones, José María Freire, amigo de Gómez, está imputado en la 'operación Púnica', la trama de corrupción que ha salpicado a numerosos políticos y empresarios. Hoy está al frente de la Alcaldía la socialista Beatriz Arcedillo.
Paralelamente, si el fiscal habla de conexiones entre políticos y empresas, es evidente que el caso entra a su vez en otro terreno, que afecta a la concesionara del proyecto. El tranvía fue adjudicado en 2005 por 108 millones a un consorcio creado por Acciona, en que también participaban FCC, Detren y Caja Castilla-La Mancha. El proyecto consistía en la construcción, conservación y explotación y en cuatro años ya tenía un sobrecoste del 38%.
Obviamente, Acciona teme que finalmente el cese de Tomás Gómez le acabe pasando factura. Hay que tener en cuenta que la empresa de los Entrecanales es una de las tradicionalmente favorecidas por los gobiernos socialistas para contratos de infraestructuras y de otra índole: su entrada en Endesa, con todo lo que pasó después (acabó en manos de la italiana ENEL), la política energética de Zapatero, que favoreció su negocio de fotovoltaica y termosolar. Después cambiaron las cosas, y se han encontrado con la reforma energética del ministro de Industria, José Manuel Soria, que ha provocado, entre otras cosas, que el sueño de José Manuel Entrecanales de convertirse en el empresario verde se desmorone y que su tío, Juan Entrecanales Azcárate, le haya exigido a la compañía que vuelva a lo de siempre: construcción, infraestructuras, ladrillo (relanzar la promoción inmobiliaria) y servicios.
Rafael Esparza
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