Acerinox perdió 60 millones de euros en 2019, frente a un beneficio de 237 millones un año antes, ha informado la compañía a la CNMV.
La causa ha sido una serie de ajustes extraordinarios, ya que sin ellos, el resultado hubiera ganado 176 millones, un 25,6% menos que en el mismo período del año anterior.
El beneficio operativo bruto (EBITDA) llegó a los 364 millones de euros, un 24% menos que un año antes, tras las provisiones por el expediente de regulación de empleo de la compañía en Europa.
En cuanto a las ventas netas, estas fueron de 4.754 millones de euros, un 5% menos, al igual que las ventas en toneladas que también disminuyeron un 5%.
Aun así, la facturación es la segunda más alta de la última década, sólo por detrás de la de 2018, informó la compañía.
Acerinox había informado en noviembre que las cuentas del último trimestre podrían verse afectados por el resultado de las negociaciones en torno al expediente de regulación de empleo en su fábrica del Campo de Gibraltar.
El grupo, dedicado a la fabricación de aceros inoxidables, también dijo que no podían confirmar el impacto que puede tener el coronavirus en su sector, que puede verse afectado por los trastornos del patógeno en las cadenas de suministros. "Por nuestra parte hemos activado los protocolos internos en los centros de trabajo del grupo en las zonas mas expuestas", añadió.
Con todo, el grupo dijo que la fortaleza del mercado norteamericano, donde tiene fábricas, "y sus bajos niveles de importaciones nos hacen ser optimistas".
En resumen, Acerinox se encuentraen su peor momento pero el mercado le da una oportunidad. Eso sí, a partir de ahora no más ajustes: no le darán otra oportunidad.