El contrato del tren ligero de Brisbane (Australia), con un presupuesto de 5.400 millones de dólares australianos (unos 3.400 millones de euros), es la mayor inversión en infraestructuras del Estado de Queensland, y se lo ha adjudicado el consorcio Pulse, liderado por CIMIC, la filial de ACS en aquel país.
Una filial que preside y dirige Marcelino Fernández Verdes que, además, preside Abertis y el Comité ejecutivo de la alemana Hochtief. Por si fuera poco, desde hace algo más de año y medio, Fernández Verdes ejerce de medio CEO de ACS (el otro medio, es el presidente y CEO, Florentino Pérez).
Sea como fuere, y a pesar de la importancia del contrato, el mercado ha acogido la noticia con cierta frialdad: ACS apenas sube un 1% este jueves, con el Ibex en verde (0,5%), hasta los 40 euros por acción.