- Y de cederle la consejería delegada a Marcelino Fernández Verdes, nasti de plasti.
- Desde que Juan March de la Lastra abandonara el Consejo, Florentino gobierna sin oposición alguna.
- Ni Fluxá ni los Albertos se atreven a levantar la voz.
Nunca hasta ahora,
los March habían admitido que se marchan de
ACS. Lo cierto es que ahora tampoco lo han dicho con esas palabras, pero el
hecho relevante remitido por ACS en la tarde del miércoles 29 de junio, supone una declaración de intenciones no deja lugar a dudas.
El hecho concreto: la renuncia de
Corporación Financiera Alba a tener representación en el Consejo de Administración de ACS,
de la que posee el 10% del capital. Esta renuncia implica, de entrada, la dimisión de los dos consejeros dominicales que Corporación tenía en la constructora,
Pablo Vallbona Vadell y Javier Fernández Alonso.
La excusa esgrimida por Alba es la nueva normativa que entrará en vigor próximamente y que va a alargar los periodos de bloqueo
para que un inversor que esté en el Consejo de Administración pueda comprar o vender acciones de esa compañía. Se quiere evitar así
supuestos de información privilegiada.
Al margen de lo acertado o no de la norma, ¿de verdad creen ustedes que es la razón por la que los March
renuncian al Consejo de Administración de ACS? Seamos serios. Por lo mismo, deberían renunciar al Consejo, por ejemplo, de Indra -poseen el 10%- y Juan March de la Lastra y Santos Martínez-Conde deberían dimitir este mismo jueves como consejeros de la empresa de tecnología.
No, la verdadera razón de la renuncia es que los March
están de retirada absoluta de ACS. No lo duden, la renuncia al Consejo es la antesala a la venta de toda la participación del 10%. Es el resultado de la tensa relación que han mantenido durante los últimos años los March con el presidente de ACS,
Florentino Pérez (
en la imagen).
Lo cierto es que, desde que
Juan March de la Lastra abandonó el Consejo de la constructora -noviembre de 2014-, Florentino gobierna a sus anchas, como en el
Real Madrid. Juan March de la Lastra era el único que se atrevía a criticar sus decisiones y a ponerle los puntos sobre las íes. Ni el dueño de
Iberostar, Miguel Fluxá (5% de ACS), ni los Albertos (9%) se atreven a levantar la voz.
Por cierto, lo de ceder la consejería delegada de ACS a Marcelino Fernández Verdes, ahora responsable de las filiales Hochtief (Alemania) y
CIMIC (Australia), nasti de plasti. "
Yo no cedo nada", aseguró Florentino en la Junta de 2015. Y lo está cumpliendo a rajatabla.
Pablo Ferrer
pablol@hispanidad.com