Los resultados del primer trimestre de Lufthansa, conocidos este miércoles 3, son una muestra más del delicado panorama de las aerolíneas por la crisis del coronavirus y cuya recuperación será lenta. El grupo aéreo alemán ha perdido 2.100 millones de euros en el primer trimestre y aunque quiere aumentar la demanda de forma gradual, prevé tener aún 300 aviones en tierra en 2021 y 200 en 2022.
La pandemia del coronavirus le ha obligado a parar 700 de sus 763 aviones, pero desde mediados de junio, ofrecerá unas 2.000 conexiones semanales a más de 130 destinos y aumentará la capacidad en septiembre hasta en un 40% respecto al plan original. Eso sí, estima el final de la crisis para 2023 y una disminución significativa del Ebit para este año.
Reducirá la flota y la plantilla de Brussels Airlines, Austrian Airlines y de otras compañías, estudia la venta de filiales y negocia el aplazamiento de compras de aviones
Las pérdidas de Lufthansa han supuesto casi el doble de lo ganado en 2019 (1.200 millones, un 40% menos que el año anterior) y ha registrado un Ebit negativo de 1.200 millones, como ya se avanzó. Los ingresos han bajado un 18%, hasta 6.400 millones, principalmente por la caída de pasajeros transportados, que ha sido del 26,1%, a 21,8 millones de personas. Por su parte, la liquidez cerró en 4.300 millones y la deuda, en 6.400 millones (-5%).
El grupo aéreo alemán consume cada mes cerca de 800 millones de liquidez y el reembolso de billetes de avión cancelados y de pasivos financieros vencidos tendrá un impacto negativo en el desarrollo de la liquidez, según el director financiero, Thorsten Dirks. Por ello, aunque ha logrado reducir costes fijos en un tercio y ha recibido ayuda estatal (unos 9.000 millones a cambio del 20% del capital), tomará “medidas de reestructuración de gran alcance”, ha señalado el CEO, Carsten Spohr: Brussels Airlines reducirá su flota (-30%) y su plantilla (-25%) y lo mismo hará Austrian Airlines, pero en un 20%; también hará recortes en otras compañías del grupo; continúa las negociaciones con fabricantes de aviones para aplazar compras de aviones planificadas y estudia la venta de unidades de negocios no centrales.