El coronavirus ha sido un batacazo para el transporte aéreo mundial y muchas aerolíneas están al borde de la quiebra. Para Norwegian ha sido una ácida guinda para sus problemas financieros de los últimos años (por la crisis del Boeing 737 Max y los problemas de los motores Rolls Royce): ha tenido unas pérdidas de 602 millones de euros hasta septiembre y sólo tiene liquidez para unos meses.
La low cost nórdica no descarta ningún escenario, ni la quiebra, ni expedientes de empleo, ni despidos, según ha señalado el CEO, Jacob Schram. Declaraciones que llegan después de que se conociera el ‘no’ del Gobierno noruego a darle una ayuda adicional, lo que derrumbó la cotización casi un 15% el pasado lunes. “Es demasiado arriesgado invertir dinero público en una compañía como Norwegian”, ha afirmado la ministra de Comercio e Industria noruega, Iselin Nybø, que destacó que tiene una deuda de unos 3.751 millones y darle más dinero también podría afectar a cuestiones de competencia. Recuerden que el pasado mayo, la low cost líder en Europa recibió una ayuda estatal de 275 millones. Eso sí, el Ejecutivo noruego no le cierra todas las puertas, pues aún puede acogerse al esquema general de ayudas para el sector de la aviación, que ya ha supuesto una inversión de 1.300 millones y se va a ampliar.
El Gobierno noruego y el segundo accionista (la empresa de alquiler de aviones china BOC Aviation) se niegan a invertir más dinero en la aerolínea
Hace meses, Norwegian acordó con acreedores y accionistas una conversión de 1.163 millones de deuda en capital: así, empresas de alquiler de aviones como la irlandesa (y líder del sector) AerCap Holdings y la china BOC Aviation (propiedad del Estado chino) se hicieron con un 15,9% y un 12,7%, respectivamente, pasando a ser su primer y segundo accionista. Esta última también le ha dicho ‘no’ a invertir más dinero en la aerolínea noruega.
Ante los citados rechazos a ayudas adicionales y las restricciones de viajes, a Norwegian no le ha quedado otra que tomar más medidas para mantener los costes operativos al mínimo. Ha lanzado un ERTE para 1.600 empleados en Noruega, reducirá las rutas en invierno y la capacidad, y dejará en tierra otros 15 aviones de los 21 con los que ha operado en los últimos meses. De esta forma, dejará de operar las 9 rutas que tenía en España, pues sólo operará 12 dentro de Noruega, con seis aviones de una flota que en total asciende a 140 y sólo empleará a 600 personas de las más de 10.000 que forman su plantilla en los próximos meses.
Norwegian sólo empleará a 600 personas de las más de 10.000 que forman su plantilla en los próximos meses y sólo volará dentro de su país
En los nueve primeros meses del año, ha tenido unas pérdidas de 602 millones, frente a los 25 millones que ganó en el mismo periodo de 2019. Los ingresos se han desplomado un 76%, hasta 791,57 millones, por el derrumbe que ha sufrido la cifra de pasajeros (-81%), superior al del primer semestre (-71%), pasando de 68,78 millones de personas a 13,188 millones. Y en lo que respecta al tercer trimestre, Norwegian ha perdido 91,5 millones, ha ingresado 121 millones (-91%) y ha transportado sólo 1 millón de pasajeros (-91%) con una ocupación media en sus aviones del 60,6%.
“Esta crisis está lejos de terminar y, a medida que entramos en el tradicionalmente más difícil entorno comercial de invierno, es crucial que la industria noruega de la aviación reciba apoyo adicional si queremos sobrevivir y superar esta situación sin precedentes, y emerger así preparados para apoyar la recuperación económica de los países nórdicos a partir de 2021”, ha subrayado el CEO de Norwegian. Trabajarán para encontrar otras soluciones que no sean la quiebra y aunque tiene liquidez para pasar el invierno, necesita ayuda para poder llegar al verano, cuando prevén que las operaciones podrían ser entre un 40% y un 50% inferiores a las de un verano pre-pandemia.