La pandemia del coronavirus ha supuesto un mazazo para el sector aéreo mundial y ha colocado a muchas aerolíneas al borde de la quiebra. Ryanair no ha escapado a esta situación y podría perder cerca de 1.000 millones de euros (en concreto, ente 850 y 950 millones) en su ejercicio fiscal (abril 2020 a marzo 2021) tras presentar unas pérdidas de 509 millones entre abril y diciembre, ligeramente superiores a las presentadas entre abril y septiembre (-410 millones).
Estos números rojos reflejan una situación muy distinta a la del mismo periodo del ejercicio anterior, cuando ganó 1.379,6 millones. La low cost irlandesa ha señalado que “este ejercicio de 2021 seguirá siendo el más difícil en los 35 años de historia de Ryanair”, líder en Europa del sector de vuelos económicos. Sus ingresos se han desplomado un 79% en los nueve meses de su ejercicio, pasando de 7.295,7 millones a 1.517,4 millones. Mientras la deuda neta ha ascendido a 2.017 millones.
En concreto, en su tercer trimestre fiscal (octubre a diciembre), la aerolínea que dirige que dirige Michael O’Leary ha tenido unas pérdidas de 307 millones, frente a los 88 millones de beneficio del mismo periodo del ejercicio anterior. Los ingresos se han desplomado un 82%, a 341,2 millones, con un tráfico de pasajeros que ha caído un 78%, a 8,1 millones de pasajeros, y de los que sólo al mes de diciembre correspondieron 1,9 millones (-83% por las prohibiciones de vuelos y las restricciones). Por su parte, los costes operativos se han disparado un 73%, hasta 673,6 millones, entre octubre y diciembre.