• El ministro ruso de Exteriores coge el guante de su homólogo alemán al asegurar que "no hay alternativa a la normalización de las relaciones".
  • El Kremlin, recién reconciliado con Turquía, podría mediar en los chantajes del presidente Erdogan hacia Europa por el pacto de refugiados.
  • Respecto a la crisis en Ucrania, tanto Berlín como Moscú coinciden en la vigencia del acuerdo de Minsk.
  • Asimismo, Alemania reconoce que el conflicto sirio sólo puede resolverse de manera conjunta: ¿incluido Al Asad?
La dilatación de la guerra en Siria está alterando el complejo tablero de alianzas estratégicas entre los países implicados en el conflicto. El drama humanitario de los refugiados, la amenaza terrorista del Estado Islámico o el control sobre la región componen el telón de fondo de estas conversaciones. La semana pasada sabíamos que Rusia y Turquía ponían fin a la escalada de tensión entre ambos países y sellaban la paz. El próximo movimiento podría protagonizarlo Europa. Porque, en medio del reiterado chantaje del presidente Erdogan hacia Bruselas debido al manido pacto sobre los refugiados, lo cierto es que a la Unión Europea le ha salido un eventual nuevo mediador: Rusia. Uno de los partidarios de estrechar lazos con Moscú es Alemania. El ministro germano de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, ha defendido este lunes un acercamiento al Kremlin, en el marco de la inauguración, junto a su homólogo en Moscú, de una escuela de  verano en la Universidad Federal Borís Yeltsin, ubicada en la ciudad rusa de Ekaterimburgo. Serguéi Lavrov, ministro de Exteriores, secunda la postura del jefe de la diplomacia alemana: "No hay alternativa a la normalización de las relaciones". Uno de los temas sobre el que están obligados a hablar es Ucrania, un conflicto que ha costado la vida ya a unas 10.000 personas. Steinmeier ha confirmado que trae propuestas para Rusia que "podrían ayudar a mejorar la situación de seguridad" en la región. Veremos a ver en que quedan. En cualquier caso, la clave para resolver la crisis continúa residiendo en los tratados de Minsk, según el político alemán. Lavrov, a este respecto, ha dicho que Rusia respetará el acuerdo. Y volvemos aquí al asunto sirio. El ministro alemán también ha aprovechado la ocasión para pedir a Rusia -aliado acérrimo de Bashar al Assad- que interceda a favor de un alto el fuego en la ciudad siria de Alepo para que llegue la ayuda humanitaria. El ministro ruso ha respondido que confía en aliviar la situación de la población civil con la apoyo de Occidente y los países de la región. Aparte, Frank-Walter Steinmer ha aportado otra clave importante: el conflicto sólo puede resolverse de manera conjunta. Claro que para eso tienen que aunar sus posturas. Serguéi Lavrov ha insistido en que "es inadmisible que en Siria triunfe el terrorismo", aunque ha reconocido que la delimitación entre los terroristas y la oposición moderada en Siria es un problema que está pendiente de una solución (una cuestión no resuelta tampoco por Estados Unidos, líder de la coalición internacional antiterrorista, sobre el que pesan las dudas de que se haya equivocado de bando). Daniel Esparza