En este mundo donde el copia y pega está tan de moda (de hecho, uno de sus mayores practicantes es Google, pues no crea contenidos), cabe preguntarse si hay alguna tecnológica que no robe patentes. Los conflictos entre Samsung y Apple, así como entre ésta última y Qualcomm han durado años e incluso han llegado a los tribunales, pero ya se ha firmado la paz.
Recuerden que el año pasado, Samsung tuvo que pagar 539 millones de dólares (unos 483 millones de euros) a la marca de la manzana mordida por orden de un tribunal de San José (EEUU). Pero a esta cifra, se suman otros 420 millones de euros abonados en mayo de 2015, según el criterio de un tribunal de apelaciones. En total, la tecnológica surcoreana habría pagado 903 millones de euros a Apple por plagiar algunas características del diseño de su famoso smartphone (el iPhone), provocando un conflicto de patentes que se remonta al año 2011.
Samsung pagó 903 millones de euros a Apple por plagiar el diseño de su famoso iPhone
Claro que no era la única disputa de Apple. A mediados del mes pasado, puso fin a todos los litigios relacionados con patentes que mantenía con Qualcomm en varias partes del mundo. La compañía que dirige Tim Cook aceptó pagar al fabricante de procesadores (o sea, chips) una compensación, aunque no trascendió la cifra, dinero tiene, por ejemplo, de lo que defrauda fiscalmente; mientras que Qualcomm concedió a Apple una licencia para usar su tecnología durante seis años extensibles a otros dos. Y es que, ambas se necesitan.
Ahora llegan novedades sobre dicha compensación: en las cuentas del segundo trimestre fiscal de Qualcomm hay una partida denominada “ingresos atribuibles a otros factores” de entre unos 4.036 y 4.216 millones de euros. Y todo parece indicar que esto es lo que habría tenido que pagar Apple.
Apple desembolsa entre 4.036 y 4.216 millones para poner fin al conflicto con Qualcomm... porque necesita sus chips
En definitiva, los acuerdos entre la tecnológica surcoreana y la estadounidense, así como entre las dos compatriotas norteamericanas se reducen a dinero. Así se pone fin a años de conflictos por las patentes y por los diseños. En resumen, por la propiedad intelectual.