AmRest ha caído más de un 6% en bolsa tras conocerse que ha perdido 159,8 millones hasta septiembre, lejos de los 28,3 millones que ganó hace un año, por la crisis del coronavirus (que ha conllevado confinamientos, cierres y restricciones). El grupo operador de cadenas de restaurantes bajo varias marcas (La Tagliatella, Bacoa, Blue Frog y Sushi Shop) y que también es uno de los franquiciados de otras (Burger King, Pizza Hut y Starbucks) está controlado por el magnate mexicano Carlos Fernández (dueño del 67,047%), fundador de la sociedad inversora Finaccess.
Dicho grupo ha logrado reducir ligeramente sus números rojos, que en el primer semestre fueron de 162,3 millones, gracias al tercer trimestre, cuando ganó 2,5 millones, aunque dicha cifra fue siete veces inferior a la de hace un año (17,3 millones). Por su parte, el Ebitda en los nueve primeros meses se ha desplomado un 42%, hasta 154,8 millones, y las ventas han caído un 21%, a 1.125 millones.
AmRest cuenta con 2.338 establecimientos -1.863 propios y 475 franquicias- en distintos países, como Polonia, España, Hungría, Rusia, China, República Checa, Alemania y Francia. Los ingresos en nuestro país han sido de 127,9 millones (-37,5%) en los nueve primeros meses, aportando el 11,4% del total. Y la deuda neta ha cerrado en 591,8 millones sin contabilizar los arrendamientos de la NIIF 16, con un nivel de apalancamiento del 6,76%.
A pesar de las dudas que surgieron a finales de septiembre, cuando su auditor, KPMG, habló de la “existencia de una incertidumbre material que puede generar dudas significativas sobre la capacidad del grupo para continuar”. Ahora AmRest ha señalado que tiene “capacidad para continuar como empresa en funcionamiento en un futuro próximo durante un periodo de al menos doce meses”.