Hay quien dice que el trolleo o burla sarcástica constituye el statu quo de Internet, y este miércoles 8 vivimos uno de grandes proporciones en Twitter, porque un grupo de personas se hicieron pasar por bots -o cuentas falsas manejadas por una máquina- y consiguieron provocar la reacción de los famosos Ana Pastor, Carlos Bardem o Elisa Beni. Estos no sólo las denunciaron ante Twitter sino que, además, se quejaron en Público, como este caso de Ana Pastor, y trescientas cuentas fueron bloqueadas… porque Twitter tampoco se dio cuenta de que se trataba de usuarios reales.
Todo empezó con un artículo del miércoles 8 en eldiario.es titulado ‘Los terraplanistas del coronavirus’, donde se hablaba de una campaña de la ultraderecha española para lanzar bulos en Twitter contra el Gobierno Sánchez. En este hilo, la cuenta de Twitter Heurística (una de las citadas en el artículo) desgrana a fondo dicho artículo. De modo que un grupo de personas citadas en El Diario, o simplemente sensibilizadas al respecto, no lo sabemos, se organizaron bajo el nombre de #teamfacha para responder a cuentas de Twitter, referentes para la izquierda española, con este texto lleno de símbolos y números que parece escrito por un robot.
Una de las máximas de Internet es ‘No alimentes al troll’, es decir, no respondas a las burlas porque es justo lo que el provocador busca. Claro que los ofendidos aquí no comprobaron el historial de publicaciones de los trolls y pensaron que se trataba de robots, de modo que respondieron indignados y denunciaron ante Twitter.
Lo curioso es que Twitter tampoco comprobó el historial de estas cuentas y bloqueó trescientas de ellas. Pero esto también se les ha vuelto en contra porque han conseguido que el tema #teamfacha sea hoy tendencia en España, y que algunos de los trolls creen una nueva cuenta con muchos más seguidores que la que Twitter les baneó (bloqueó).
La broma ha llegado a Wikipedia, pues este mismo grupo creó una entrada llamada ‘La noche de los baneos largos’, que a su vez también fue bloqueada por sus ‘bibliotecarios’.
A lo mejor es esto a lo que se refiere el Gobierno cuando habla de ‘bulos’, el primer enemigo actual de otro demócrata, un punto por encima del coronavirus, un punto por debajo de la ‘lacra’. Sí, esa lacra, la única lacra. Pero ojo, sobre el éxito que tuvo la primera manifestación virtual que exigía la dimisión del Gobierno Sánchez, hay silencio.