- El grupo queda por primera vez en 2014 en situación de disolución, con un patrimonio negativo de 593,5 millones.
- Y pierde 2.236,8 millones de euros, 648,7 millones más que en 2013, por los deterioros en su fondo de comercio.
- La solución, ingeniería contable: conversión de deuda financiera en préstamos participativos. La banca debería temblar.
- PRISA ha reducido su deuda en 726 millones, a costa de vender activos, pero todavía se eleva a 2.580 millones.
- Otra fórmula para sobreponerse a las pérdidas: ampliaciones que suscriben el mexicano Roberto Alcántara o el sultán de Qatar.
No parece serio que una sociedad espere al cierre de los mercados para presentar sus resultados, sobre todo después de una semana de especulaciones sobre la conversión de su valor en un nuevo 'chicharro', especulaciones interesadas y posiblemente inducidas por sus espantadísimos accionistas bancarios como el HSBC, que posee un 9,5% de la compañía. Esta vez, Prisa presentó las cuentas a las 21 horas de un viernes. Me parece como mínimo escandaloso.
Pero no es extraño que haya elegido esa hora, ya que lo que tenía que presentar es más desastre sobre el desastre general de la compañía presidida por Juan Luis Cebrián (en la imagen). De momento el grupo sigue presentando un patrimonio negativo de 617,7 millones de euros. Ya durante el ejercicio y como consecuencia de la venta del 56% de DTS (Canal ) a Telefónica, Prisa se vio obligada a deteriorar su enorme fondo de comercio (la compañía en los últimos años ha sido eso, un enorme fondo de comercio sobrevalorado) en 750 millones en su balance individual. En el balance consolidado supuso una pérdida de 2.064 millones, por lo que la sociedad quedó por primera vez dentro de 2014 en situación de disolución con un patrimonio negativo de 593,5 millones.
Eso es lo que provocó la puesta en marcha de un resorte de ingeniería financiera consistente en la conversión, en septiembre, de 507 millones de deuda financiera en préstamos participativos. Los bancos acreedores deben estar asustadísimos y hacen cualquier cosa para minimizar las más que seguras pérdidas por los préstamos concedidos a Prisa.
Este mecanismo se ha puesto en marcha de nuevo con motivo de la vuelta al patrimonio negativo como consecuencia del resultado del ejercicio, negativo en 2.236,8 millones de euros, 648,7 millones más que en 2013. La razón está, en su práctica totalidad, en los deterioros registrados en su fondo de comercio: cada vez que Prisa vende un activo para tapar el otro 'agujero negro', la deuda, van a tener que deteriorar seguro. Eso se está convirtiendo en un círculo vicioso de difícil solución, suerte que ya sólo le quedan unos 600 millones en fondo de comercio que veremos lo que valía realmente.
Ya que me he referido a la deuda de Prisa, vamos a dar un repaso sobre ella. Evidentemente, se ha visto reducida en 726 millones, por lo que se sitúa, aún, en 2.580 millones. Pero para llegar a esta cifra, el camino recorrido ha sido muy costoso para los activos de la compañía.
De momento, a lo largo del año, le ha costado dejar de ser accionista de referencia de Mediaset. Mediante la fórmula de subasta inversa (pujas a la baja), vendió un 13,7% de su participación para cancelar deuda financiera. Eso le reportó unos ingresos de 483,9 millones, con los que recompra deuda por 643,5 millones, lo que supone una quita del 25% de media. Una fórmula más para salir de la trampa en la que están los acreedores de Prisa y que indudablemente se irá agravando, ya que cada vez queda menos que vender. En concreto, de participación en Mediaset ya queda menos de un 5%. Además, en 2014 vendió el negocio editorial, en el que estaba la editorial Alfaguara, por 55,4 millones.
El resto se está vendiendo vía ampliaciones de capital a inversores ávidos de oportunidades, como el mexicano Roberto Alcántara. A través de su Consorcio Transportista Occher, Alcántara suscribió en julio una ampliación de 100 millones, a 0,10 de nominal y con una prima de 0,43 euros por acción. En la misma línea, el consejo de administración ha aprobado en febrero de este año otra ampliación de 75 millones, con una prima de 0,53 euros por acción, que se ha comprometido a suscribir la sociedad catarí International Media Group LTD, íntegramente participada por el sultán Ghanim Alhodaifi al Kuwari, de Qatar. Parece una compra de oportunidad para recuperar la inversión a través de la venta de activos intangibles, como podrían ser las cabeceras de los diarios como El País o cadenas radiofónicas como la SER, en un 'despiece' de Prisa, a la que prácticamente no le queda ningún activo más y a la que se está sometiendo a una lenta agonía financiera por ser quien es y lo que representa. Lo que siempre digo, en estas condiciones financieras, cualquier otra sociedad estaría liquidada hace tiempo, pero Prisa, aunque sigue influyendo en muchos ámbitos, es verdad que cada vez menos, especialmente políticos.
Rodrigo de Silos
rodrigode@hispanidad.com