Saudi Aramco ha sacado tajada de la recuperación del precio del petróleo, pues el beneficio neto (+24%) y los ingresos (+20%) se han movido al alza en el primer trimestre. Todo ello después de que en 2020, redujera fuertemente sus ganancias (-44%) y cifra de negocio (-30%) por el Covid-19.
La petrolera saudí controlada por el Estado saudí en un 98% es la más grande del mundo y ha ganado 17.380 millones de euros entre enero y marzo, lo que supone un 23,7% más que hace un año, gracias a la recuperación de la demanda y de los precios del crudo. Por su parte, los ingresos han ascendido a 66.381 millones (+19,9%) y los costes operativos se han situado en 32.791 millones (+22,9%). Además, la deuda neta se ha incrementado, pasando de los 72.964 millones del cierre de 2020 a 74.512 millones.
Arabia Saudí está barajando vender un 1% de la petrolera estatal a una empresa líder de energía mundial, según el príncipe heredero, Mohammed bin Salman, dentro de los planes para diversificar la economía
“Hay más razones para ser optimistas de que se avecinan días mejores y, aunque todavía quedan algunos vientos en contra, estamos bien posicionados para satisfacer las crecientes necesidades energéticas del mundo a medida que comienzan a recuperarse las economías”, ha señalado el presidente y CEO de Aramco, Amin H. Nasser. Conviene recordar que Arabia Saudí está barajando vender un 1% de la petrolera estatal a una empresa líder de energía mundial, según el príncipe heredero, Mohammed bin Salman, dentro de los planes para diversificar la economía del país, aunque sin renunciar al petróleo.
Se barajan distintos compradores de China, Rusia o India, pero la mejora de las relaciones entre Pekín y Riad, y el hecho de que China sea el mayor importador de petróleo y productos petroquímicos saudíes podría influir notablemente. Unos ingresos que Arabia Saudí destinaría a la estrategia de crecimiento de la propia petrolera y también del fondo soberano de inversión del país. Además, hace unas semanas, Aramco ha firmado un acuerdo para vender por unos 10.329 millones el 49% de su filial de oleoductos para crear un consorcio que liderará la firma estadounidense EIG Global Energy Partners y que se denominará Aramco Oil Pipelines Company.