Como hemos informado, en Argentina se debate en estos momentos una propuesta de ley que, en la práctica, liberaliza el aborto, como sucedió en España con la ley que aprobó el Gobierno de Felipe González.
Según Notivida, el nuevo proyecto despenaliza el aborto libre hasta la semana 14; y más allá de ese plazo si hay riesgo para la vida de la madre, si existe la "posible ocurrencia" de un peligro para la salud (física, psíquica o social) de la mujer (el mismo coladero que en España); si el embarazo es producto de una violación o hay malformaciones fetales graves, incompatibles con la vida extrauterina. En ningún caso se requerirá orden judicial para llevar a cabo el aborto.
La "posible ocurrencia" de un peligro para la salud de la mujer podría ser: "Me parece que el embarazo me va a deprimir" o "creo que no me va a alcanzar la plata para mantener al bebé" o "presumo que no estoy preparada para tener un hijo con síndrome de down", añade Notivida.
En ese contexto, una familia afectada por el debate del aborto en Argentina decidió alzar la voz y contar su propia historia, para demostrar que las personas con Síndrome de Down “no son un problema, ni una causa para abortar” sino más bien, son “una ventana al cielo”.
En 2014, la familia de las Carreras-Molina se preparaba para recibir al noveno hijo. En la tercera ecografía, los médicos notificaron que el pequeño Santos tenía Síndrome de Down.
En conversación con ACI Prensa, Luz Molina, mamá de Santos, contó que nunca se lo cuestionaron, sino que avanzaron con inquietud y un poco de miedo, sentimientos que el mismo pequeño se encargó de disipar con el tiempo.
El primer regalo que les dio Santos fue el encuentro que tuvieron como familia con el Papa Francisco en julio de 2014, cuando ella estaba embarazada.
“Escribimos al Papa Francisco contándoles nuestra historia. Rezamos mucho a San José y él nos respondió que nos recibiría en Casa Santa Marta. Allí conversamos y nos regaló a cada uno un rosario, también uno a Santos. Fue un encuentro de mucho cariño, muy lindo”, manifestó.
Santos nació en octubre de 2014 y fue bautizado por Mons. Sergio Fenoy, en ese entonces Obispo de San Miguel. Él expresó que el Bautismo, y en especial la vida de Santos, es como “una ventana al cielo”, frase que quedó marcada en el corazón de la familia.
“Cuando él dijo eso sonaba muy teórico pero luego fuimos entendiendo que sí, se abre una ventana al cielo porque ellos (los niños con Síndrome de Down) están siempre con una sonrisa, te muestran lo importante, que todo momento difícil pasa”, explicó.
Luz y su esposo Mariano se alertaron de inmediato cuando comenzó la discusión del aborto en el parlamento, en abril de este año, porque “estos chiquitos son los primeros en la lista. La ley propone el aborto de ellos hasta los nueve meses de gestación”, explica Luz.
“Me puse muy triste y le dije a mi marido: tenemos que mostrarle al mundo que estamos felices con estos chicos, decirles que su vida vale la pena. Tocar los corazones”.
A pesar de las dificultades, la vida es mucho más alegre y feliz desde que ellos están en nuestras vidas
Fue así como el matrimonio organizó un encuentro familiar que llevó por lema ‘Qué bueno que están con nosotros’, y con un simple llamado a través de las redes sociales unas 30 familias con hijos con Síndrome de Down se reunieron el pasado 15 de abril.
Las familias llegaron desde distintos puntos de la capital hasta la casa de la familia en el barrio Bella Vista. Compartieron, dialogaron, se crearon lazos y se tomaron una foto grupal.
Simplemente quisieron demostrar “que a pesar de las dificultades, la vida es mucho más alegre y feliz desde que ellos están en nuestras vidas”, dijo Luz.
“Cada vida es un misterio que tiene que ser descubierto y es bueno dar lugar al plan que Dios para cada uno. Y en este lugar de paso también podemos ser felices, recibir de los demás lo mejor y dar lo mejor de cada uno. Pero el aborto trunca ese proyecto de Dios”, reflexionó.
“En estas situaciones, a veces, se tiene mucho miedo a lo desconocido pero siempre que uno abre las puertas a la vida, se recibe mucho más de lo que uno da”, concluyó Luz.