• Mejora el déficit fiscal: el 4,2% que el gobierno proyectó para fin de año es menor que el 7% con que terminó el año pasado.
  • También los créditos gubernamentales para las pymes: 9.000 millones de dólares.
  • Asimismo, también han ido a mejor las inversiones: en el Foro de Inversión y Negocios de Argentina la semana pasada se concretaron inversiones por 40.000 millones de dólares.
  • El desempleo, como la inflación (supera el 40% anual), también ha aumentado: el de agosto de 2016 fue del 9,3%.
  • El Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) estimó un alza de 5% de la pobreza en el primer trimestre.
En Argentina, 284 días después de que Mauricio Macri asumiera la presidencia tras una histórica elección, la economía del país -la tercera más grande de Iberoamérica- está en fase de diagnóstico, analiza la BBC. Entre las cosas que han mejorado figura en primer lugar el déficit fiscal. Aunque la cifra prometida de 3,3% de déficit fiscal respecto al PIB en 2016 no se podrá lograr, el 4,2% que el gobierno proyectó esta semana para fin de año es menor que el 7% con que terminó el año pasado. Y eso -según los expertos- puede significar que baje la inflación, que el gobierno espera reducir a 17% para fines de 2017. También han mejorado los créditos para las pequeñas y medianas empresas. Muchos han recibido con buenos ojos la disposición de 137.000 millones de pesos (9.000 millones de dólares) para impulsar la creación y el desarrollo de las pymes. Estas generan el 70% del trabajo privado formal en el país, según cifras oficiales. Asimismo, también han ido a mejor las inversiones. Según Macri, en el Foro de Inversión y Negocios de Argentina la semana pasada se concretaron inversiones por 40.000 millones de dólares. El gobierno atribuye esta oleada de inversiones a la confianza que genera este nuevo proceso en el ámbito internacional, donde Argentina fue noticia a comienzos de este año por la resolución del conflicto financiero con los llamados fondos buitre, una negociación que le dio al país la posibilidad de recibir préstamos del exterior después de 10 años. Pero también hay cosas que han ido a peor. Por ejemplo, la inflación, que según cifras oficiales e independientes supera el 40% anual. Expertos atribuyen el aumento de la inflación, sobre todo, a dos políticas promovidas por Macri. Primero, la devaluación del peso en un 40% tras el levantamiento del control de cambio. Y segundo, el fuerte aumento de las tarifas del gas, agua, electricidad y transporte, que en algunos casos ha sido desafiado en los tribunales. El desempleo también ha aumentado: el de agosto de 2016 fue del 9,3%, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), una cuestionada entidad gubernamental que en noviembre de 2015 registraba un 5,9% de desocupación. El aumento del desempleo fue atribuido, primero, al despido de más de 100.000 trabajadores públicos, que Macri justificó por la "sobrecontratación" durante el gobierno anterior. Y, segundo, a la recesión, que registró un 0,7% de contracción del Producto Interno Bruto (PIB) en el primer trimestre de 2016, según cifras oficiales. Esto se suma a que un 40% de los argentinos trabajan de manera informal, una práctica que agrava el panorama laboral. Y otro factor que ha ido a peor ha sido la pobreza. Y es que con una inflación desbordada y menos lugares de trabajo, era esperable que aumentara el número de argentinos que no pueden pagar sus cuentas. Eso fue lo que señaló el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), que estimó un incremento de 5% de la pobreza en los tres primeros meses de este año. Con eso, casi el 35% de los argentinos se consideran pobres, una cifra que contrasta o al menos pone en entredicho una de las principales promesas de campaña del presidente: "pobreza 0". Andrés Velázquez andres@hispanidad.com