- A partir de hoy jueves los ciudadanos y las empresas podrán comprar divisas sin más restricciones que el antiguo tope que regía hasta 2011, de dos millones de dólares mensuales.
- Pero tal medida liberalizadora sobre las divisas corre dos riesgos: la devaluación del peso y generar más inflación.
- El nuevo ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, prefirió evitar pronósticos sobre cuánto se devaluará el peso a partir de la liberalización de los controles de capitales.
La
Argentina de Mauricio Macri (
en la imagen) dio por terminados los cuatro años de cepo (control) cambiario que había aplicado este país bajo el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. El ministro de Hacienda,
Alfonso Prat-Gay, anunció este miércoles que a partir del jueves los ciudadanos y las empresas podrán comprar divisas sin más restricciones que el antiguo tope que regía hasta 2011, de 2 millones de dólares mensuales. Hasta ahora las personas solo podían adquirir 2.000 dólares por mes, recoge
El País.
"Estamos muy contentos de anunciar fin del cepo cambiario", comenzó su rueda de prensa el ministro. "Estamos empezando a ordenar la economía", continuó el exejecutivo de JP Morgan y expresidente del Banco Central argentino entre 2002 y 2004.
No obstante, tal medida liberalizadora sobre las divisas corre dos riesgos: la devaluación del peso y generar más inflación (actualmente se estima que en el 25%). Prat-Gay prefirió evitar pronósticos sobre cuánto se devaluará el peso a partir de la liberalización de los controles de capitales: "Ojalá lo supiera". Añadió que "no hay número mágico".
El ministro también explicó que antes de liberar el cepo tenía que adoptar algunas medidas. En primer lugar, la eliminación de casi todos los impuestos a las exportaciones agrícolas e industriales (
tal y como recogimos ayer), lo que podría impactar en mayores ventas externas (y mayor llegada de dólares al país) aunque también en un alza de precios internos al menos en el corto plazo.
En segundo término, Prat-Gay quería desplazar a las autoridades kirchneristas que regían el Banco Central, quienes finalmente renunciaron en la última semana. Por último, aspiraba a reforzar las reservas de la autoridad monetaria para evitar una devaluación descontrolada.
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com