• "No me gusta la Sareb", dice el inspector bancario más famoso de España.
  • Y tampoco le gustan las fusiones: crean bancos sistémicos.
  • Y como los sistémicos no pueden caer, el supervisor no se atreve con él y la bola crece.
  • También habla del "fracaso" de Basilea II: tan importante como el capital son las provisiones.
  • Nos hemos olvidado de la clave de la solvencia bancaria: las pérdidas esperadas.
  • Porque "no se trata de saber quién paga el entierro sino de que no haya entierro".
  • Y luego están los instrumentos de captación de capital. Por ejemplo, los Cocos al 8 y al 14%... "que es una barbaridad".
  • Al final, lo que De Juan está diciendo es que un banco no es el que tiene mucho capital, sino el que tiene poca morosidad.
  • Y eso no tiene nada que ver con el tamaño: ahí, los bancos grandes no son mejores que los pequeños.
Lo del Popular fue "una torpeza" de la naciente inspección bancaria española. 15 de julio de 2008, concurso de acreedores a la inmobiliaria Martinsa. Los bancos no habían provisionado Martinsa. Lo explica Aristóbulo de Juan como explicación de lo que llama la "torpeza del Popular". Porque, claro, no es normal que un banco al que los inspectores del BCE habían dado todo tipo de facilidades, al Popular de Ángel Ron, de la noche a la mañana resulta que era inviable y había que intervenirlo por las bravas. Las crisis bancarias son de hoy pero se gestaron anteayer. Pero hay otros dogmas financieros que no gustan a De Juan. Por ejemplo, "la Sareb no me gusta. Soporta gastos financieros muy fuertes, gastos generales y de mantenimiento muy fuertes". "Y si no me equivoco parte lo compensa con los intereses de los créditos que compraron". Pero la crisis de supervisión afecta también a las fusiones. Con las fusiones hacemos bancos grandes, sistémicos, y todos tienen miedo a enderezar un banco sistémico, todos tienen miedo a decirles 'no' a sus directivos. Cuando las cosas van mal, la tolerancia por parte del supervisor se suicida, asegura Aristóbulo de Juan (en la imagen), que a sus 86 años aún es reconocido como director de Inspección del Banco de España y experto del FMI en esto: en inspección bancaria. Me encanta Aristóbulo: a sus 86 años dice lo que le viene en gana. No es como esa caterva de banqueros que se pasan toda su vida laboral anunciando que cuando se retiren, van a cantar ópera. Luego, se jubilan y callan porque están pendientes de no sé qué mamandurria de que les mantengan, no sólo en el escenario, sino en el proscenio o al menos entre bambalinas. Aristóbulo de Juan habla de una huida hacia adelante. Y lo que es más grave, habla, también, del fracaso de Basilea II, porque un banco tiene que tener capital pero eso no le salva de las pérdidas posibles. Además, es el capital menos las provisiones no efectuadas. Pero el asunto no acaba ahí. El más famoso inspector bancario español del siglo XX y uno de los líderes mundiales en supervisión no ha entrado a valorar Basilea III pero se columbra lo que diría. Y no le gusta porque Basilea II fía toda la solvencia bancaria al capital, cuando De Juan recuerda que lo que hay que mirar es el capital menos las pérdidas esperadas. En otras palabras, lo de siempre: que un banco bueno no es un banco grande, con mucho capital, sino aquel que tiene poca morosidad. Y un buen banquero, lo mismo. Por otra parte, el rey de la supervisión asegura que la inspección bancaria europea, la del Banco Central Europeo (BCE), es muy mala. Y también critica a la inspección bancaria actual (BCE) que revisa los procedimientos pero no las carteras: un desastre. Y a los auditores, "que tienen una gran ventaja: nunca se habla de ellos". No sé si se dan cuenta, pero el más famoso director general de Inspección del Banco de España ha hecho una enmienda a la totalidad a todo el sector bancario y del dios Basilea (Banco Internacional de Pagos de Basilea, BIS). Eulogio López eulogio@hispanidad.com