El presente año pandémico será, casi con total seguridad, muy complicado para Artá Capital. Lo que sí sabemos es que 2019 fue un ejercicio en el que la gestora de capital riesgo que dirige Juan March Juan, ingresó 10,2 millones de euros y ganó 5,19 millones de euros (en 2018 fueron 5,08 millones).
Más beneficio, pero menos dividendo para Corporación Financiera Alba (CFA) -su único accionista-, que pasó de los 5,43 millones de 2018 a los 5,18 millones de 2019, un 4,6% menos, según las cuentas de la gestora depositadas en el Registro Mercantil y adelantadas este miércoles por Cinco Días.
El presente ejercicio es importante para la familia March y no sólo por la pandemia. El consejero delegado de CFA, Santos Martínez-Conde, cumple 65 años, la edad máxima que marca el estatuto del Consejo de Administración de la corporación y que le obligarán a abandonar el cargo que asumió en 2006. Tranquilos, aspirantes: la familia March no tiene por qué nombrar a un sustituto si no quiere y, de momento, no ha querido.
Así, la retirada de Martínez-Conde podría significar que Juan March de la Lastra, presidente de Banca March, vicepresidente de CFA e hijo de Carlos March Delgado, y Juan March Juan, vicepresidente de CFA, responsable de Artá Capital e hijo de Juan March Delgado, repitieran la diarquía de sus padres que dieron tan buenos resultados: Juan al grupo industrial (CFA) y Carlos al banco.
De momento, el hijo de Carlos, Juan March de la Lastra, ya se ha hecho con las riendas de Banca March tras la retirada de su tío, Juan March Delgado, mientras que el hijo de este último, Juan March Juan -unos diez años menor que su primo- no ha dado el salto en CFA, cuyo presidente sigue siendo Carlos March Delgado, a pesar de sus 75 años cumplidos. Juan March Juan tendrá que conformarse, por ahora, con dirigir Artá Capital.