Schindler se atasca con el coronavirus, no como Zardoya Otis. Y es que su beneficio neto se ha reducido un 19,4%, hasta 551,5 millones de euros, y los ingresos han bajado un 6,6%, a 7.199,8 millones, en los nueve primeros meses del año.
La compañía suiza ocupa el segundo puesto en tamaño en el sector de la elevación español, tras Thyssenkrupp. Ahora afronta “estos tiempos desafiantes con un enfoque claro en las cosas en las que podemos influir: cumplir con nuestros clientes”, al tiempo que “permanecemos cautos y vigilantes sobre cómo ajustarnos mejor a la situación global dinámica”, ha señalado el CEO, Thomas Oetterli.
En el tercer trimestre, Schindler ha ganado 219 millones (-3,7%) y ha facturado 2.569 millones (-2,5%). Eso sí, los nuevos pedidos han bajado un 7,1%, hasta 2.531,5 millones, aunque los pedidos pendientes ascienden a 8.352,6 millones.