- La polémica remoción del equipo de banca privada que heredó ha servido para rehacer el sector tradicional de la entidad.
- Eso sí, todavía tenemos dudas sobre si Banca March evoluciona hacia el modelo Bankinter o dispara su estilo tradicional: ¿Estamos hablando de banca privada o de banca doméstica?
- En cuanto a los resultados, destacar el aumento del margen de intereses y del beneficio.
- Banca March, como accionista de referencia de Corporación Financiera Alba, se ha beneficiado de las muchas enajenaciones realizadas durante el periodo (sobre todo el 4,97% de ACS).
- Y sí, tiene la mora más baja de la banca española pero hay que considerar que su actividad es de escasos impagos.
La entidad balear ha presentado el jueves los resultados del primer trimestre de 2017, después del fiasco cosechado por el actual presidente de la entidad,
Juan March de la Lastra, en 2016, su primer ejercicio completo ya que asumió la presidencia en julio de 2015. De la Lastra se estrenó con unos resultados muy discretitos de 134 millones de euros (M€), basados principalmente en la aportación extraordinaria de
Corporación Financiera Alba, y donde el margen de intereses registró una caída respecto al año anterior del 9,7%.
La entidad viene de una apuesta muy importante contenida en el
Plan estratégico 2017-2019 presentado el pasado ejercicio, donde el flamante nuevo presidente planteó a sus 'afortunados' altos cargos las metas a conseguir, como si fuesen de los Diez Mandamientos, resumidos en dos objetivos:
doblar los beneficios y los clientes, con una rentabilidad del 10%. Reto que, además, va asociado a la obsesión de cambiar el tradicional negocio de banca privada, por el que se ha caracterizado la entidad, por el de banca
retail. Y para ello añade un
caramelo envenenado, como algunas entidades de mayor calado como BBVA, que se concreta en una fuerte apuesta por la
transformación tecnológica de la entidad mediante una fuerte inversión, y otro oculto y que ya denuncian los trabajadores, una
reducción de plantilla y recortes en remuneraciones. Podríamos deducir de esto que el nuevo presidente quiere clonar Bankinter en las Baleares, algo que niegan con vehemencia sus directivos. Y posiblemente no se puedan equiparar ambos negocios porque crece aún más lo que sí constituye el ser tradicional de Banca March: la gestión de patrimonios, banca personal si lo prefieren.
Así, los resultados que han publicado el jueves y
han remitido a la CNMV este viernes referidos al primer trimestre de 2017, presentan un
beneficio neto consolidado de 82,2M€, sensiblemente superior al registrado en el mismo periodo de 2016. Estos resultados recogen las
plusvalías de 213M€ realizadas por la venta de un 4,97% de la participación de
Corporación Financiera Alba en ACS por 473M€. A Corporación aún le resta una pequeña participación del 2,55% en la constructora, que ha pasado a registrarse como activos mantenidos para la venta. También han sumado los 40,8M€ de la
venta del total de su participación en Flex a través de Deyá Capital, que ascendía a un 19,75%. Vamos, un buen empujón a la rentabilidad de la entidad, aunque sea con la realización de plusvalías de cartera.
En lo que se refiere al negocio puramente bancario, el
margen de intereses ha registrado un crecimiento del 21,6% respecto a 2016, y alcanza los 49,6M€, siendo el crecimiento de las
comisiones en términos interanuales de un 42,6%, llegando así a los 53,2M€.
El
ratio de morosidad de Banca March se encuentra situado en el 3%, muy buena cifra, pero nada relevante dentro del análisis general del banco debido a su especialización en gestión de capitales. Veremos cómo evoluciona si la transformación que pretende su presidente llega a ser importante ya que, de momento, el
crédito a la clientela creció un 6,7% y se sitúa en los 7.261M€. Los
recursos bancarios de clientes se sitúan en los 7.874M€, y la base estable de los depósitos alcanza a cubrir el 90% de las necesidades de financiación de la entidad.
Aunque estas cifras pueden ser ya un
indicio del cambio de negocio al que aspira su nuevo presidente, el crecimiento en 925M€ ( 12,2%) en los
recursos fuera de balance parece dejar claro el ADN de la banca balear. En este punto es necesario insistir, dado que la primera actividad de March de la Lastra, además de renovar la cúpula directiva, consistió en
remodelar todo el equipo de gestión de patrimonios de la entidad. A la vista de los resultados, parece que la revolución en el equipo de gestión de activos ha resultados un acierto a pesar de toda la polémica creada.
La
solvencia del banco parece claramente contrastada y se ve reconocida por la calificación crediticia de Moody's que elevó a A3 el rating de su deuda a largo plazo, incluso por delante del Baa2 otorgado a la del Reino de España.
Veremos cómo se desarrollan estos tres próximos ejercicios del plan estratégico, si se cumplen los objetivos y si el núcleo duro de la familia March consiente un cambio de rumbo de una entidad tan arraigada y especializada dentro de la banca española.
En resumen,
el giro revolucionario-reaccionario llevado a cabo por Juan March de la Lastra ha empezado a dar sus frutos, aunque no sin polémica, por la remoción del
equipo de gestión de patrimonios que heredó y que se concretó en la sustitución del histórico Ceo,
José Nieto, por José Luis Acea, en la salida de
Hugo Aramburu y, sobre todo, en el fichaje de
Rita Rodríguez Arrojo como vicepresidenta ejecutiva del banco. En cualquier caso, todavía tenemos dudas sobre si Banca March evoluciona hacia el modelo Bankinter o dispara su estilo tradicional: ¿Estamos hablando de banca privada o de banca doméstica?
Rodrigo de Silos
rodrigode@hispanidad.com