- Esto es, gracias a los fondos de inversión, a las SICAV y a la distribución de seguros y medios de pago.
- Un dato: la entidad ingresa 75,5 millones por comisiones, muy cerca de los 83,8 millones que obtiene del negocio bancario puro.
- Pero cuidado: estos ingresos dependen de la evolución de los mercados financieros, tan volátiles en los últimos meses.
- De hecho, la entidad ha ganado un 34,7% menos hasta junio.
- Lo mejor: la elevada ratio de solvencia (por encima del 19%) y la baja morosidad (3,6%).
Desde hace algún tiempo
parece que lo único que va a hacer viable a las entidades financieras es la existencia de un algoritmo, de una forma diferente de hacer negocio en la que los medios digitales soporten la gran mayoría de las operaciones bancarias habituales de un cliente.
Google es la competencia y los bancos lo saben. Y en alguna medida tienen razón; no hay nada más triste que darse una vuelta por las sucursales de algunas entidades financieras y darse cuenta de que prácticamente están vacías, sobre todo las que ya están cerradas, que son muchas.
Los pocos trabajadores, aburridos, están necesitados de un reciclaje profesional que encamine su actividad a una nueva forma de hacer banca, de la cual muchos acabarán descolgados.
Los pocos clientes, aburridos, buscan alguna forma de rentabilizar sus ahorros, algo imposible con la loca política monetaria del BCE y su deseo de ser la principal entidad nacionalizadora. T
oda una alegría para Podemos. Comprar deuda corporativa parece sólo el paso previo a comprar acciones en el mercado. Tiempo al tiempo, pero el caso es que nuestros ahorros
no saben dónde esconderse con la que está cayendo.
Banca March sobrevive. Lo justo y necesario, con los electrolitos equilibrados, pero sin grandes florituras. Como banco familiar ha buscado su algoritmo centrando su actividad en la banca privada y en el asesoramiento de empresas.
Y sobre esa base espera prosperar o sobrevivir en el tiempo. O, al menos, lo intenta. En el segundo trimestre de 2016 el resultado del Grupo refleja una ganancia de 41,1 millones de euros, una reducción del 34,7% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior (21,8 millones menos),
debido fundamentalmente a las menores plusvalías obtenidas por la venta de Corporación Financiera Alba, lo que merma su aportación a los resultados del Grupo. Los ingresos derivados de comisiones son un reflejo de su modelo de negocio, con un peso importante en la cuenta de resultados. Estos ingresos proceden, fundamentalmente, de la gestión de fondos de inversión y SICAV,
así como de la distribución de seguros y medios de pago. Lamentablemente su progreso depende de la adecuada evolución de los mercados financieros, dado que las buenas noticias alegran las compras y las comisiones.
En este sentido, su importe se ha visto reducido en 4,5 millones, un 5,7% menos respecto al periodo anterior. La Bolsa no se ha comportado bien últimamente.
La evolución del margen de intereses es una evidencia de la situación del mercado y de la actividad del grupo. Sus 83,8 millones de euros suponen 18,2 millones menos que en el ejercicio anterior. En términos absolutos se aprecia un interesante equilibrio con los ingresos procedentes de comisiones: 83,8 millones de negocio bancario puro y 75,7 millones de comisiones,
lo que evidencia a qué dedica sus esfuerzos.
Dentro del ámbito de la
banca privada, en el que centra el banco sus
objetivos estratégicos, el número de clientes creció en un 10,1% respecto a junio de 2015 y su volumen de negocio un 3,9%. Ello ha derivado en un incremento de los
recursos fuera de balance en un 3,8% en el mismo periodo, con un patrimonio gestionado en SICAV de 3.050 millones de euros. La supervivencia fiscal de las
SICAV a los envites políticos futuros será determinante para el negocio del grupo. De momento, tranquilos: ni hay gobierno ni se le espera.
Todo ello invita a pensar que su negocio funciona. Eso, o es que el negocio que desarrolla tiene poco que ver con banca, tal y como se desprende de sus datos.
El incremento de los recursos fuera de balance ha sido del 4,5% reflejando la consolidación de su modelo de negocio en el que la ventanilla de la sucursal no es de lo más interesante de su actividad. La actividad de banca privada mantiene un
crecimiento interanual del volumen de negocio del 3,9% con un aumento de los recursos fuera de balance del 3,8%.
Todo ello deriva en unos datos interesantes de su patrimonio:
la ratio de solvencia es de los más altos del país, situándose, a finales de junio, en el 19,98% y una Tier 1 del 19,13%. Su nivel de morosidad alcanzó el 3,61%, la más baja del sector y una auténtica alegría si se compara con otros
bancos. La reducción resulta interesante desde la misma fecha del ejercicio anterior, con un dato del 4,43%. Finalmente, presenta una elevada tasa de cobertura de riesgos morosos del 84,76%, por encima de la tasa media del sector del 58,67%.
La ratio de liquidez es del 117,9%. Todo bien, si no fuera porque su negocio está fuera del banco.
Y cuidado, porque el interés de
Juan March de la Lastra (
en la imagen) y de su
nuevo 'hombre' fuerte, Rita Rodríguez Arrojo,
consiste en crecer como banqueros,
también de forma inorgánica, mediante compras. Pero, desde luego, no están dando el do de pecho como banqueros. Además, han prescindido de sus especialistas en
banca privada, que constituía uno de sus puntos financieros fuertes. El otro punto fuerte, claro, son sus participaciones industriales.
Rodrigo de Silos
rodrigode@hispanidad.com