El que fuera consejero delegado de Banco de Valencia, Domingo Parra, ha sido condenado a 4 años de cárcel por la sección primera de la sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, tal como recoge La Razón.
El fallo resulta singular por una razón: el motivo de la condena no son ni 'fruslerías' como las tarjetas black o los gastos de representación, sino los créditos dolosos o negligentes, que fueron la verdadera causa principal de la crisis bancaria.
El motivo de la condena son los créditos dolosos o negligentes, que fueron la verdadera causa principal de la crisis bancaria
Es decir, un banquero concedía créditos a clientes amigos, créditos que inmediatamente resultaban fallidos y, vaya usted a saber, si el propio banquero no resultaba beneficiado de la empresa a la que había financiado como prestamista.
De una u otra forma, esas cantidades perdidas eran las que llevaban a la ruina a las entidades que luego han sido reflotadas con dinero público. Es decir, o bien había dolo o bien había negligencia.
Ahora bien, si ha habido más banqueros condenados por 'fruslerías' que por los créditos dolosos o negligentes, es porque éstos resultan mucho más difíciles de investigar que aquellos.
Salvo para el Banco de España que, al parecer, nunca se enteraba de nada.