Sentencia sobre el Banco Madrid (ver el documento adjunto): no hubo blanqueo de dinero. Por llegar un poco tarde, como las pensiones de jubilación a las viejas maestras. Porque el Madrid ya ha desaparecido y se ha llevado por delante 300 puestos de trabajo, la carrera de varios directivos, por ejemplo, de su presidente, José Per, quien fuera director general de Inspección del Banco de España y luego del BBVA, sin comerlo ni beberlo.
La cosa fue así: el Banco de Madrid filial en España del andorrano BPA, es acusado por los servicios secretos norteamericanos de blanqueo de dinero. La familia Cierco, accionista mayoritario del BPA, siempre dijo que ellos mismos no disponían de información sobre la familia Pujol, pero los gringos hablaban de capital bolivariano.
Se perdieron 300 empleos, se arruinaron currículos y los abogados se forraron. Para nada
Pues bien, el Banco de España, sin esperar a realizar unas mínimas investigaciones previas, decide intervenir el Banco Madrid. Con ello, perdieron su dinero los accionistas, perdieron su empleo los trabajadores y se perdió la reputación de la marca. Al final se cerró y se liquidó… y resulta que el Madrid era rentable, ya nada tenía que ver con ningún tipo de blanqueo. Otra cosa es la matriz andorrana.
Y el exdirector general del Banco de España, José Pérez, hundió su carrera
¿Y no hubo beneficiarios? Sí, por supuesto, el mayor beneficiario fue el fondo buitre –quizás una reiteración– JC Flowers, que se quedó con los activos buenos de BP, empaquetada en una estructura llamada Vall Banc. Bueno y también salieron beneficiados los abogados que el BdE encargó contratar para el Madrid y pagados con el dinero del inocente Banco Madrid: la cosa superó los 2,5 millones de euros.
Y nunca se descubrió el blanqueo de dinero
Pero claro, había que demostrar que España cortaba cabezas de corruptos. Sólo que no cortó las adecuadas, porque el Madrid no se dedicaba a blanquear dinero.
Ahora, los jueces lo reconocen, pero el Madrid ya ha desaparecido. El Banco de España es grande, muy grande.