Si se lleva a cabo la fusión entre Caixabank y Bankia, la sede social estará en Valencia.
¿Hay duplicidades y huecos? Por supuestísimo que sí. Las dos son entidades que se han desarrollado en España y, por ejemplo, en Madrid y Valencia tienen una sucursal enfrente de otra. A las dos les falta lo mismo: la cornisa cantábrica. Como asegura el cachondo de Goirigolzarri, “tiene lógica industrial”. En efecto, cuando se reparten los sillones toda operación posee lógica industrial. Sobre todo, si mi sillón es el anhelado, claro está. De otra forma, hay duplicidades insalvables.
Valencia será la sede social. Y por mucho tiempo: no puede ser ni Madrid ni Barcelona
Lo primero, ¿qué dice el mercado? Pues la bolsa ha recibido con un calentón tremendo la fusión lo que le ha servido al Gobierno para hablar de éxito, aunque a renglón seguido asegura no tener nada que ver con la operación: Bankia ha subido un 33%, Caixabank un 12% y, atención, el Sabadell, que pasaba por allí, un 14%. Alguien debe saber que en el proyecto -insisto, del Gobierno y del BCE- la cosa era Caixabank y Bankia… más Sabadell.
¿Es posible pensar en una venta de buena parte de la red de oficinas a un banco extranjero o a un Bankinter o un Abanca? Si, lo es
¿Sede social? En Valencia, donde la tienen ambos grupos ahora mismo. Caixabank porque se fue de Cataluña en plena demencia indepe; Bankia porque es producto de la fusión de siete cajas de ahorros, de las dos más grandes -Caja de Valencia y Cajamadrid-. El vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonés, ya ha salido diciendo que si hay un banco catalán en la fusión, la sede tiene que ser Barcelona… aunque haya sido la caja catalana la que se ha marchado de Barcelona.
Sobran oficinas y sobra plantilla. ¿Es posible pensar en una venta de buena parte de la red de oficinas con bicho a un banco extranjero o a un Bankinter o a un Abanca, deseoso de crecer? Si, lo es.
En Madrid, a la entidad resultante, le sobran demasiadas oficinas y demasiada plantilla
En Madrid, a la entidad resultante, le sobran demasiadas oficinas y demasiada plantilla.
Se supone que una fusión por absorción tiene que atenerse, más que cualquier otra, al valor de bolsa de los dos contrayentes. Bueno, el jueves, la Caixa valía 12.300 millones de euros por 4.100 Bankia.
¿Y el Estado, o sea, el Gobierno, propietario de cerca del 70% de Bankia? Pues, simplemente, gana tiempo.
En cualquier caso, ¿la fusión está hecha? Acaba de empezar pero sí, está bastante hecha. Y tras esta, podría llegar otra (Santander-BBVA).