Las dos encuestas del domingo (ABC y Público) concluyen lo mismo: son menos optimistas para Moncloa que la del CIS y concluyen que la suma PP-Vox, da mayoría absoluta a Isabel Díaz Ayuso.
Con ello, la batalla de Madrid se ha convertido en una guerra en la que está involucrada toda la política nacional. Por de pronto, el pánico se ha apoderado de Moncloa: Pedro Sánchez se ha visto forzado a entrar en campaña directa contra Ayuso… y RTVE también.
Queda mucho para el 4 de mayo, pero lo que más preocupa en Moncloa es el fracaso de Pablo Iglesias, cada día más impopular. Su mezcla de matonismo y demagogia es algo que echa para atrás al más templado y con sus insultos sin pausa echa por tierra la presunta moderación del socialista Ángel Gabilondo. Además, cuando Iglesias y Echenique se pasan de demagogos -algo que no suele ocurrir todos los días pero sí casi todos- la sensatez de Gabilondo, al que todos consideran su futuro coaligado, salta por los aires.
Moncloa busca un caso de corrupción de Isabel Ayuso. No lo ha encontrado pero, además, la corrupción deja de cotizar: ‘Juan Español’ está convencido de todos los políticos son igualmente corruptos
En esta línea, aunque Sánchez -de nuevo ayer domingo- insista en asimilar a PP y Vox con la ultraderecha y el fascismo, numeritos como el de Vallecas ayudan. Que el tercer partido mas votado de España no pueda acudir a un barrio de Madrid, hasta para el más desinformado significa que el ultra es Podemos y no Vox.
En paralelo, Moncloa busca un caso de corrupción contra Isabel Ayuso. No lo ha encontrado pero es que, además, Iván Redondo se está dando cuenta de algo mucho más terrible: poco a poco, la corrupción deja de cotizar. ‘Juan Español’ está convencido de todos los políticos son igualmente corruptos y la información al respecto comienza a aburrirle. Eso destroza toda la estrategia del PSOE durante el último lustro.
El domingo, Sánchez inició la ‘campaña sanitaria’: Ayuso está provocando muertes porque las terrazas madrileñas están llenas. Otro error: a pesar del pánico, la gente está harta del encierro
Por otra parte, el domingo 11, Sánchez inició la ‘campaña sanitaria’ de las elecciones de Madrid. Podríamos resumirla así: Ayuso está provocando muertes porque las terrazas están llenas. Eso parece otro error de estrategia. Que el virus ha sido aprovechado por el Gobierno Sánchez para aumentar su poder ante una población atemorizada es cierto y le ha dado buenos resultados al Gobierno… para desgracia de todos. Pero ni el español más temeroso puede dejar de desear un mínimo ámbito de libertad, tras más de un año de restricciones a sus libertades más elementales. Entre ellas, la libertad de ver a sus seres queridos.
Además, las mentiras del poder en su presunta lucha contra el Covid han sido tantas que hasta el más lerdo empieza a percatarse de ellas.
En cualquier caso, la obsesión actual de Moncloa sólo tiene un nombre: Isabel Natividad Díaz Ayuso.