El Consejo de Supervisión de Bayer incorpora como jefe de la división de Farmacia a Stefan Oelrich (a la izquierda), hasta ahora en Sanofi, para sustituir a Dieter Weinand (a la derecha), que deja la multinacional a partir del 1 de noviembre por razones familiares, informa el grupo en un comunicado. Curiosamente, Weinard se incorpora al el Comité Ejecutivo de la misma empresa que deja Oelrich, Sanofi.
No es un nombramiento cualquiera si tenemos en cuenta que la división de Farmacia es la que más ingresos aporta al grupo -supone la mitad del Ebitda- y en ella se concentra uno de sus negocios más sucios, el abortivo, que ha llevado a los tribunales de varios países, en España o en la misma Alemania, a la multinacional.
El revés en esa división de Farmacia (-4,5%), fue, de hecho, una de las razones, junto a la digestión por la compra de Monsanto, por las que el beneficio cayó un 35% el último trimestre.
Oelrich conoce el negocio abortivo por sus responsabilidades en Bayer, en EEUU y en Salud para la Mujer
Stefan Oelrich es un viejo conocido en Bayer, empresa a las que ha estado vinculado desde 1989, con responsabilidades importantes en Hispanoamérica, Europa y Estados Unidos, hasta 2011, cuando se incorporó a Sanofi.
Sorprendentemente, Oelrich, aparte de sus cargos en Europa en la división de Farmacia (Bélgica o Francia), fue vicepresidente de Marketing Pharmaceuticals de Bayer en Estados Unidos de 2003 a 2005, cuando empiezan a gestarse muchas de las demandas posteriores en ese país por anticonceptivos y abortivos tan mortíferos como el Yaz y Yasmin, que acabado en acuerdo extrajudiciales tras agolparse miles de demandas.
Un sucio negocio, como hemos contado ya, sometido a cerco judicial. En 2014, multinacional germana tuvo que pagar en EEUU más de 1200 millones por casi 9.000 demandas. En España, la Audiencia Nacional ya ha abierto la vía penal contra Bayer por un anticonceptivo, el Essure, que dejó a 30 mujeres estériles.
Como remate, cuando Oelrich regresa de EEUU, ocupa el cargo de vicepresidente y gerente general del departamento de Salud para la Mujer (Women’s Healthcare), uno de cuyos principales cometidos está también en el negocio abortivo y de anticonceptivos.