La multinacional germana Bayer ha reducido su beneficio un 6,2% en el primer trimestre, a 1.954 millones de euros, aquejada en su división más fuerte, la de Farmacia, con la excepción, entre otros productos y una vez más, de los anticonceptivos abortivos como el Mirena (un dispositivo intrauterino), cuyas ventas crecen, explica el comunicado, un 13,4%.
En una de las constantes del grupo alemán, que ha hecho del aborto un negocio, y no le ha provocado pocos problemas precisamente, también en el terreno judicial y en España, en concreto, por los efectos secundarios del anticonceptivo permanente Essure, que ya no se comercializa pero que ha dejado secuelas en unas 1.400 mujeres españolas. Hablamos de permanentes e intensos dolores en la zona pélvica y abdominal, calambres, alergias, etc.
Bayer ha encajado mal en el primer trimestre el efecto divisa, por el tipo de cambio de euro y dólar, que le ha restado 160 millones. Por ese motivo ha rebajado sus previsiones para el año.
Las ventas caen un 5,6%, a 9.140 millones y el Ebitda, un 5%, a 2.900 millones de euros y de las dos principales divisiones, la Farmacia cae un 4,4% (4.075 millones) y la de Consumo, un 12% (1.409 millones)
No obstante, sigue centrado en la fusión con Monsanto, para la que ya tiene el visto bueno de la UE, Brasil, China y Rusia, no así en EEUU, y calcula cerrar en el segundo semestre. Ya tiene un acuerdo para vender Basf, firmado en abril, e ingresará 3.000 millones por la venta del 3,6% del capital a Temasek, el fondo estatal de Singapur, para financiar la operación.