No pasa nada. Continuamos adelante con las presentaciones de resultados del primer semestre del año en banca y, después de ya tres vistas, empiezo a reafirmarme en la impresión de que está siendo la crisis de la escoba y la alfombra. Raro ¿verdad?, pero después del “susto” de ayer con los resultados del Santander, uno empieza a razonar en modo Maquiavelo: tal parece que las entidades financieras estén aprovechando para sacar de debajo de la alfombra los muertos financieros disfrazados de consecuencias COVID19 y que de otra forma no lo hubiesen hecho por miedo a los mercados.
Vamos con el BBVA, donde su consejero delegado Onur Genç nos ha explicado esta mañana el desempeño de la entidad durante los seis primeros meses del año. Lo primero es constatar que la entidad, descontando los 2.084 millones de euros (M€) dotados para el deterioro del fondo de comercio de EEUU (se ha de recordar que en diciembre de 2019 ya se dotaron 1.318M€ más), habría obtenido un resultado neto de 928M€, evidentemente nada comparable con los 2.442M€ obtenidos en el mismo periodo de 2019 pero algo más presentable.
La parte alta de la cuenta, la de la gestión ordinaria del negocio, ha reflejado una ligera afectación, en especial durante el segundo trimestre de este ejercicio. El margen de intereses, 8.653M€ se reduce en términos comparativos con 2019 en un 3,2%, con menores aportaciones de México, que como iremos viendo es la estrella negativa de lo que llevamos de ejercicio, así como de EEUU.
Las comisiones también se han visto reducidas en un 6,8%, en especial en México y Turquía, por cambios regulatorios, mientras que en el resto de las áreas registraron crecimientos a pesar de la eliminación de cobro en algunas, como medida de apoyo a los clientes afectados por la pandemia.
Carlos Torres sabe que, en una fusión BBVA-Bankia el pez chico se comería… la cabeza del pez grande
Los ROF registran un crecimiento del 104,1%, nada menos que 135M€, debido a las ganancias por coberturas de tipos de cambio. Con todo esto, el Margen Bruto 12.045M€ no ha salido mal parado, ya que en un contexto crítico crece un 0,8%. Si alguna parte positiva pueden extraer de la pandemia las grandes corporaciones es en relación con los gastos de explotación 5.512M€, (o eso espero, que hayan sido capaces de verlo), y que realmente no son tan importantes las reuniones presenciales, los viajes continuos y el trabajo presencial en según que puestos.
El confinamiento ha obligado a estas nuevas practicas y en la cuenta de resultados se ha registrado un descenso del 6,2% en el epígrafe, con un 8,2% en los gastos de personal.
El margen neto 6.533M€ crece un 7,6% respecto al primer semestre de 2019 y el ratio de eficiencia 45,9% se ha reducido un 3,4%.
La parte conflictiva de la cuenta de resultados se inicia con el epígrafe de deterioros de activos financieros, que con 4.146M€ frente a los 1.731M€ registrados en 2019, ha supuesto un incremento de un 139,5%, evidentemente debido al impacto del escenario macroeconómico negativo que ha representado el COVID-19, en especial en MEXICO con una dotación de 1.394M€, ESPAÑA 883M€, TURQUIA 618M€ y EEUU 614M€. También se han dotado otras provisiones por 541M€ en ESPAÑA por otras contingencias y la madre de todas las provisiones de la que tanto hemos escrito de 2.214M€ por el fondo de comercio en EEUU.
Escoba y alfombra: los grandes bancos aprovechan el coronavirus para lucir trapos sucios que venían de atrás
Como ya ha pasado en otras entidades los ratios de rentabilidad se han desplomado y a modo de ejemplo decir que el ROE 4,1% se ha reducido en un 9,9ppy el ROTE 4,6% también en 11,9pp.
Nos quedará una pincelada de la situación del crédito irregular, un poco “adulterada” por las medidas de protección de los gobiernos ante la pandemia, así el sado dudoso, 16.385M€, se ha incrementado en un 2,4% sobre todo por las cifras registradas en Turquía. La tasa de mora repunta de forma ligera hasta el 3,7%. Los fondos de cobertura 13.988M€, ven un importante crecimiento del 9,2% que propicia una tasa de cobertura del 85% mientras que en el mismo periodo de 2019 era del 75%.
La ratio de liquidez LCR se mantiene en 159%, y la de capital CET1 Fully-loaded se mantiene en 11,22%, tan solo una reducción de 0,3pp pero con la ayuda de regulaciones transitorias dictadas por el BCE.
Pues esto es lo que hay, mañana veremos si las dos entidades catalanas también han aprovechado para limpiar los bajos de la alfombra, aunque parece que las pelusas más grandes se encuentran en los negocios en EEUU y estas dos ultimas no tienen unos intereses importantes en ese país.
Si algo ha demostrado el Covid a los grandes bancos es que no son necesarios tantos viajes ni tantas reuniones. Pero habrá recortes de sucursales y de plantilla
De los temas fusiones creo que después de estos resultados la credibilidad financiera del BBVA queda tocada y como se obstinan en repetirnos continuamente que no afectan a su posición financiera, después de la aplicación de resultados veremos cómo queda la patrimonial. ¿Quién absorberá a quién? Por de pronto Genç, preguntado por Bankia asegura que él no habla de ninguna entidad. No es de extrañar: en una fusión BBVA-Bankia sería el pez chico, Goirigolzarri, quien se comería al grande. Bueno, a los jefes del grande.
Se me olvidaba: el CEO Genç asegura que el BBVA ha colaborado con el juez Manuel García-Castellón desde el primer momento. A lo mejor es por eso por lo que el magistrado decidió imputar a BBVA en el caso Villarejo.