Ya hay recambio para Antonio Béjar, destituido el pasado 26 de julio. Se llama Álvaro Aresti y, a partir de este jueves, es el encargado de pilotar Distrito Castellana Norte, el mayor proyecto urbanístico de España, que comenzará a ejecutarse, si la Comunidad no lo impide, a finales de 2020 y se prolongará durante 24 años. ¿O será para venderlo? Los rumores de la salida del banco de la sociedad, de la que controla el 75%, se han disparado desde que el Ayuntamiento de Madrid diera el visto bueno al proyecto en julio. Tendría todo el sentido del mundo, toda vez que la entidad está cada vez más enfocada en la digitalización. Sea lo que fuere, Carlos Torres ha optado, al final, por alguien de la casa y sin ningún vínculo con el caso Villarejo, naturalmente.
Aresti comenzó a trabajar en el BBV en 1986, en Nueva York, como account officer. Tres años después pasó al área de Originación de Mercado de Capitales y en 1994 fue nombrado director global de distribución y mercado de capitales. Cinco años después, en 1999, pasó a dirigir Banca Corporativa en el norte y el resto de España, cargo que desempeñó hasta 2001, cuando fue nombrado director de banca corporativa en Madrid.
Los rumores de la salida del banco de la sociedad, de la que controla el 75%, se han disparado desde que el Ayuntamiento de Madrid diera el visto bueno al proyecto en julio
A partir de ahí, su ascenso fue rápido: solo un año después pasó a ser director de banca de empresas en España. En 2007 fue nombrado director de Corporate & Investment Banking, cargo que dejó en 2010 para ser el director de Global Client Coverage. Así hasta que en 2012 fue nombrado director de Global Client Coverage & Corporate Finance, cargo que ha ocupado hasta el pasado mes de mayo.
Mientras, Eduardo Arbizu, destituido el pasado 30 de julio, podría tener que devolver los 'bonus' percibidos durante sus años en el BBVA, según Capital Madrid. El que fuera jefe de control interno del banco cobró en abril 327.007 euros en acciones, como parte de la liquidación del sistema retributivo del banco. Ahora bien, la propia entidad prevé, en su código ético, la devolución de todos los bonus -no solo los últimos- en caso de ser imputado y probada su responsabilidad. Pero no sean mal pensados: la salida de Arbizu nada tiene que ver con el escándalo Villarejo.