- Entienden que los últimos cambios en el grupo significan un desprecio hacia su país.
- Además, les gustaba mucho Rodero.
- Con la nueva estructura, FG ha diluido el peso de cada franquicia, ahora agrupadas en una sola división.
- Y BBVA Bancomer no es una franquicia más: en 2014 aportó el 44% del beneficio del grupo, 3 veces más que España.
A las autoridades mexicanas no les ha gustado nada la
última reestructuración del banco que preside
Francisco González (
en la imagen), por dos razones. La primera y más importante: entienden que la agrupación de todas las franquicias en una nueva división –Country Networks- es una manera de diluir el peso y la importancia de
BBVA Bancomer, el segundo banco más importante de México.
Tampoco les ha gustado que al frente de Country Networks haya colocado a
Vicente Rodero, máximo responsable de la franquicia mexicana. Efectivamente, aunque para Rodero sea un ascenso, el Gobierno de Peña Nieto lo ve como un alejamiento del país del principal ejecutivo del banco. Y la forma de hacer de Rodero les gustaba mucho.
En definitiva, lo que ha hecho
FG es justamente lo contrario de lo que hizo César Alierta en Telefónica hace un año, que no fue otra cosa que modificar el organigrama para
dar más importancia a los países, en detrimento de las zonas geográficas.
Con el modelo FG, el peso de cada franquicia se diluye. La cuestión es que
BBVA Bacomer no es una franquicia más. Lo atestiguan las cifras: en 2014 aportó el 44% del beneficio de todo el grupo, tres veces más que España. Más significativa aún fue su aportación en 2013, que llegó al 80% del resultado total de la entidad. Se entiende, pues, el profundo malestar del Gobierno mexicano.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com