BBVA se mueve en dos escenarios muy distintos: por un lado, México, que afronta una nueva etapa bajo el gobierno del izquierdista Andrés Manuel López Obrador, elegido el pasado 1 de julio y que tomará posesión el 1 de diciembre. Por otro, Turquía, con una situación económica más que preocupante y que ya se ha cobrado su primera víctima significativa: la principal teleco del país, Turk Telekom, participada en un 25% por el Estado.
En este doble contexto, Francisco González ha adoptado dos posturas. Vamos con México: durante la campaña electoral, López Obrador encendió todas las alarmas en BBVA Bancomer cuando amenazó con nacionalizar la banca. Luego, a medida que se acercaban los comicios, fue moderando su discurso, pero a nadie se le escapa que al nuevo presidente mexicano le tira mucho la cosa pública.
Con motivo de la digitalización, FG despide en México a un 4% de la plantilla de Bancomer, 1.500 empleados
¿Cuál ha sido la reacción de FG? Despedir a 1.500 empleados, el 4% de la plantilla de Bancomer que actualmente es de unos 37.800 empleados. La excusa es la digitalización de la entidad que sustituiría muchos servicios que hasta ahora se prestan en las oficinas. Ahora bien, estamos hablando del mercado mexicano, un mercado acostumbrado a hacer cola para ser atendido. Además, 37.800 empleados no parecen mucho para una población de 123,5 millones de habitantes. En España (46,5 millones de habitantes), el BBVA tiene 30.700 aproximadamente.
Muy distinta ha sido la actitud de FG en Turquía, donde Garanti, junto con otras entidades, se ha hecho con el 55% de la mayor teleco del país, Turk Telekom. ¿Cómo ha llegado hasta aquí? El proceso es idéntico a otros muchos: en 2005, Ojer, de la familia libanesa Hariri, solicitó un préstamo sindicado a unos treinta bancos para hacerse con la mayoría de las acciones de la compañía que, hasta entonces, era pública. De hecho, el Estado mantiene actualmente el 25% de la operadora.
Erdogan no puede permitirse el lujo de dejar caer a la principal teleco turca, ha ‘invitado’ a los bancos para salgan al rescate
Hablamos de un crédito de unos 4.000 millones de euros de los que Garanti aportó unos 850 millones. El caso es que ocho años después, en 2013, Ojer tuvo que refinanciar la deuda. Ahora, y con la lira en mínimos, Ojer no puede hacer frente al préstamo. Pero tranquilos, porque Erdogan no puede permitirse el lujo de dejar caer a la principal teleco turca, ha ‘invitado’ a los bancos para salgan al rescate, cosa que han hecho todos, incluido FG.
La cosa en Turquía no pinta bien. Tampoco para don Francisco. Pero no debería ensañarse con México, que le aporta más, mucho más que Turquía. Además, con López Obrador