- Se trata de 40 misioneros Paúles (24 curas y 16 hermanos), dos Hijas de la Caridad, 13 laicos de asociaciones vicencianas y cinco sacerdotes diocesanos de Murcia.
- Entre los laicos, está Miguel Aguado: asesinado por sus crímenes: ser católico, de misa diaria, y miembro de la congregación vicenciana.
- Una de sus cuatro hijos recuerda que rezó por él y por su asesino.
- El cardenal y arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, destaca que "dieron su vida por amor, murieron amando y perdonando".
- Estos mártires son un modelo "más actual que nunca, especialmente en estos tiempos en los que nos cuesta perdonar", subraya.
- Y recuerda que "sólo el amor y el perdón sirven a los hombres" y "la paz tiene un nombre y un rostro: Jesucristo".
- La ceremonia de beatificación tendrá lugar el próximo sábado en el palacio de Vistalegre (Madrid).
- ¿Acudirá Rajoy? Seguramente no -prefiere que no le vean con la Iglesia-, pero iba en Nochebuena a ayudar en un comedor social vicenciano.
Estamos a dos días de la
beatificación de
60 mártires de la Familia Vicenciana, que fueron perseguidos y asesinados en la Guerra Civil. Su único delito, al igual que el de otros muchos, fue su
fe, a pesar de que
ayudaban a los pobres. Y es que el carisma vicenciano (misión y caridad) se debe a
San Vicente de Paúl, cuya vocación eran los pobres, quien fundó los Misioneros Paúles y cofundó las
Hijas de la Caridad.
En concreto, los
60 mártires vicencianos que ahora se convierten en beatos son: 40 misioneros Paúles (24 curas y 16 hermanos), dos Hijas de la Caridad,
13 laicos de las asociaciones vicencianas y cinco sacerdotes diocesanos de Murcia que asesoraban a dichas asociaciones. 39 recibieron el martirio en Madrid, ya que muchos de ellos estaban vinculados a la
basílica de La Milagrosa, y los otros 21 fueron asesinados por odio a la fe, por cristofobia, en Cataluña, Valencia y Murcia, como recoge
Radio María.
Entre los 13 laicos mártires, está
Miguel Aguado. Se trataba de un padre de familia, con cuatro hijos, católico, que acudía a misa a diario a la basílica de la Milagrosa y era miembro de la congregación vicenciana. Su segunda hija,
Carmen, ha contado que su madre les hacía rezar por su padre "para que esté en el Cielo y por el alma del asesino, para que Dios le convierta y le lleve al Cielo", según recoge
Catholic.net.
El pasado 2 de noviembre,
en la presentación de la citada beatificación, el cardenal y arzobispo de Madrid,
Carlos Osoro (
en el medio de la imagen junto al padre paúl Jesús María González y la Hija de la Caridad Ángeles Infante), destacó que estos 60 mártires "dieron su vida por amor,
murieron amando y perdonando". Asimismo, subrayó que son un modelo "más actual que nunca, especialmente en estos tiempos en los que nos cuesta perdonar" y además, aprovechó la ocasión para recordar que "sólo el
amor y el
perdón sirven a los hombres" y que "la
paz tiene un nombre y un rostro:
Jesucristo".
Por su parte, el visitador de la provincia San Vicente de Paúl-España, el
padre Jesús María González, señaló que esta beatificación "es un broche de oro al jubileo de los
400 años de carisma vicenciano que estamos celebrando este año" y que estos mártires "han sido fieles continuadores de la misión que Cristo nos ha confiado". Y la Hija de la Caridad
Ángeles Infante, añadió que es "una gran fiesta de fe, perdón y esperanza", pues para estos mártires "su gran tesoro es la vida, que entregan por amor a semejanza de Cristo. Y esto solo se entiende con la fe".
La ceremonia de beatificación tendrá lugar el próximo sábado en el palacio de Vistalegre (Madrid) a las 11 horas. Y por cierto, ¿acudirá
Mariano Rajoy? Seguramente no -desde que ocupa La Moncloa prefiere que no le vean con la Iglesia-, a pesar de que solía ir en Nochebuena a ayudar en un comedor social vicenciano, situado en el madrileño barrio de Batán.
Cristina Martín
cristina@hispanidad.com