- Eso sí, algo ganamos: los franceses no hacen una tele de mamachichos.
- En España, al Gobierno le ha pillado la noticia con el pie cambiado… una vez más.
- En España, Vasile quiere irse y a Tringali ya no le dejan ganar más dinero.
- ¿Y el Gobierno español? A por uvas pero preocupado: ahora su aliado era Tele5.
Sí es cierto: la
francesa Vivendi vuelve a la carga y quiere hacerse con
la Mediaset de Silvio Berlusconi. El ex primer ministro que quería ser un 'partner' global, con alianzas en Estados Unidos y
Oriente Medio, así con telecos -entre ellas
Telefónica- está desfondado. 80 años, un historial judicial de varios megas, y, sobre todo, cinco hijos a tortas entre sí por la herencia.
Total, que ha pasado de comprador a probable vendedor. Los franceses de
Vivendi (Canal , la 'gauche divine' francesa, que nada tuvo nunca de 'divine' y poco tiene ya de 'gauche').
En España,
Berlusconi ha hecho mucho dinero con su
telebasura. Y
Vivendi, tras su fracaso con sus hermanos o ideológicos de
PRISA, quiere volver a España.
No se equivoquen: Vivendi no es más serio que los chicos de
Tele5. No son mamachichos ni
sodomía popular pero sí los lanzadores del porno del plus. Eso sí, porno intelectual, porno duro y peñazo.
En cualquier caso, sí,
Vivendi se ha acercado a Berlusconi y Berlusconi podrían solucionar así su difícil herencia.
Pero
Tele5 siegue siendo líder en España. Y ahora resulta, cosas veredes Sancho, el canal amigo del
Gobierno Rajoy.
Lo primero que habrán hecho en Moncloa será enterarse de quién es Vivendi. A partir de ahí, mantener buenas relaciones con
Giuseppe Tringali (conocido en un sector tan malvado como 'Trinkali') y
Paolo Vasile. Bueno a Tringali ya no le dejan ganar más dinero con los "docudramas sociales", tipo
Sálvame, que tanto contribuyen a la cultura española. Ahora el que manda es Paolo Vasile, que ha hecho una fortuna con los mismos mimbres y que desea retornar a su Italia del alma. ¿Y
Maurizio Carlotti? ¡Ah no!, que ese está en
Atresmedia. No, no habrá problemas para la venta de
Mediaset a Vivendi. Salvo el precio, claro.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com