Boeing está inmersa en el peor momento de su centenaria historia debido a la crisis del 737 MAX tras dejar 346 fallecidos en dos accidentes en cinco meses, que le cuesta ya más de 4.111 millones de euros (en concepto de veto y compensaciones a clientes). Pero ojo, la cosa podría ponerse peor, porque tiene 4.550 pedidos pendientes de dicho avión y, aunque produce 42 al mes, no entrega ninguno desde el pasado 11 de marzo, mientras trabaja para devolverle al servicio con seguridad aún sin fecha concreta.
El fabricante aeronáutico estadounidense prevé que pueda ser para finales de año, después de certificar la actualización del software y mitigar otro problema hallado por la Administración Federal de Aviación (FAA) y que no se ha detallado. Claro que el CEO de Boeing, Dennis Muilenburg, es más optimista y espera el ‘ok’ para septiembre, pero no descarta tomar medidas, como reducir la producción del 737 MAX o cerrarla de forma temporal, si esto no es así.
En concreto, en el primer semestre, Boeing ha entregado 258 aviones comerciales, un 38% menos que en el mismo periodo del año pasado, y en julio, la cifra ha sido de sólo 19, la peor desde noviembre de 2008. A esto se suman cuantiosas pérdidas, daño en su reputación, 387 aviones 737 MAX de 36 aerolíneas vetados para volar actualmente y los 4.550 pedidos pendientes de 64 aerolíneas de todo el mundo.