- La tasa ha obligado a pagar los 6.285 millones desde 2011 a E.On, RWE y EnBW.
- La sentencia castiga la política antinuclear alemana activada tras Fukushima, que acabará en el apagón en 2020.
- Ojo, es el mismo impuesto con el que se grabado la energía nuclear en otros países como España.
- Ahora, el Gobierno devolver a las eléctrica lo pagado más intereses.
- Las tres grandes germanas se disparan en bolsa con subidas de entre el 6% y el 7%.
El Tribunal Constitucional alemán ha dado la razón a la demanda presentada por las eléctricas germanas y ha declarado inconstitucional el
Impuesto a Energía Nuclear, una tasa creada tras el accidente en la central nuclear de
Fukushima (2011), al que se unió después el plan del Gobierno para el apagón nuclear en 2022.
El fallo supone, por tanto, una
bofetada a
Angela Mekel, en primer término y por segunda vez a su política antinuclear, y un
extra significativo para eléctricas germanas (
E.On,
RWE y EnBW), atadas de pies y manos en sus balances desde entonces.
Dicho de otro modo: el Estado deberá devolverles los 6.285 millones de euros que han pagado por esa tasa, entre 2011 y 2016, más intereses. Y eso ya lo notan en bolsa con
nuevas subidas que siguen a la de ayer: RWE y EnBW, un 6,5%, y E.On, un 5,5%.
Ojo, ese impuesto que creo Merkel es el mismo con el que se grava al sector en otros países, como España,
junto a otras exigencias para cumplir los estándares de seguridad, lo que ha elevado de modo significativo las inversiones en las centrales nucleares.
La tasa, en concreto, era de
145 euros por gramo de combustible nuclear, aunque la factura que eso ha supuesto varía según las compañías. A E.On le ha supuesto un abono de 2.850 millones (ya ha calculados que los intereses suman 450 millones), a RWE, 1.700 millones y a EnBW, 1.440 millones.
El TC dicta sentencia en el mismo sentido que otro fallo similar en diciembre:
el nuevo impuesto viola los derechos de las eléctricas, no puede considerarse de consumo porque gravaba el uso empresarial de un medio de producción y el Gobierno no tenía las competencias para reclamarlo.
Rafael Esparza