La presidenta interina de Bolivia y candidata presidencial Jeanine Áñez reanudó el jueves su ataque a las pasadas gestiones gubernamentales de Evo Morales (2006-2019), asegurando que el sistema de salud fue relegado en esos años en beneficio de la construcción de escenarios deportivos, recoge ’Nuestro País' de Sputnik.
«Ahora nos damos cuenta de que tener canchitas no nos sirve de nada si no tenemos salud, de que tener lujos no nos sirve de nada si no tenemos salud», afirmó la gobernante en un acto de entrega de insumos médicos para la lucha contra la pandemia de covid-19 en el departamento amazónico de Beni (noreste), su región natal.
La declaración fue hecha después de casi diez días en que la presidenta había dejado de señalar a Morales como responsable de que Bolivia no tenga capacidad suficiente para enfrentar la pandemia, que hasta el miércoles había afectado a 672 personas en el país, con 40 muertos.
La alusión de Áñez a las «canchitas» siguió a reiteradas denuncias de sus ministros de que el pasado Gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS) habría gastado mucho más en deportes que en salud, citando una auditoría a la Unidad de Proyectos Especiales (UPRE), responsable de pequeños proyectos municipales.
Según esa investigación, presentada en febrero por el ministro de la Presidencia, Yerko Núñez, la UPRE habría gastado entre 2011 y 2019 el equivalente de 520 millones de dólares frente a unos 116 millones de dólares en obras de salud.
Áñez dijo que su Gobierno transitorio estaba «redireccionando todos los recursos económicos» para atender la emergencia sanitaria», dejando de lado «obras de gran magnitud» y «lujos»
Ese reporte fue refutado varias veces por el exministro de Economía y ahora candidato presidencial del MAS, Luis Arce, quien señaló inversiones de casi 3.000 millones de dólares en hospitales y el aumento de la esperanza de vida en Bolivia, de 63 a 73 años como logros de la política de salud de los 14 años de Morales.
Áñez dijo que su Gobierno transitorio estaba «redireccionando todos los recursos económicos» para atender la emergencia sanitaria», dejando de lado «obras de gran magnitud» y «lujos», como calificó previamente a la Casa Grande del Pueblo, sede presidencial inaugurada por Morales poco antes de su caída.
La pandemia ha forzado a que las elecciones generales, convocadas para el 3 de mayo, sean puestas en suspenso, en espera de que el Parlamento fije una nueva fecha.
Por otra parte, la alcaldesa del municipio boliviano de Vinto, Patricia Arce -afín al expresidente huido Evo Morales-, denunció este jueves una persecución política, luego de la audiencia realizada por el Juzgado de la localidad para determinar medidas cautelares en su contra ante el supuesto incumplimiento de la cuarentena, recoge Tele Sur.
Evo Morales destacó que el único delito que ha cometido Arce es el de ser solidaria con las familias, al tiempo que calificó su detención como una grave violación a los derechos, que se denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Organización de las Naciones Unidas.