Brahim Gali, líder del Frente Polisario, ingresado en el hospital San Pedro de Logroño desde el pasado 18 de abril convaleciente de COVID-19, declarará hoy como investigado y de forma telemática desde el centro hospitalario ante el juez Santiago Pedraz, de la Audiencia Nacional, recoge La Rioja.com.

Gali deberá responder a dos querellas. Una de ellas es la presentada por el activista saharaui de nacionalidad española Fadel Breica, en agosto de 2020 ante la Audiencia Nacional por Fadel Mihdi Breica, quien relató que en abril de 2019 llegó a los campamentos de Tinduf, donde, “tras organizar varios actos contrarios a la línea oficial del Frente Polisario”, fue arrestado en junio por militares de este grupo. Asegura que fue “trasladado a varios lugares de detención” y “sometido a golpes y descargas eléctricas” mientras se le mantenía “con los ojos vendados y manos y pies atados”. Es decir, está acusado de delitos de detención ilegal, torturas y lesa humanidad.

Pero, además, Gali tendrá que declarar sobre otra querella de la Asociación Saharaui para la Defensa de los Derechos Humanos (ASADEDH) por el presunto maltrato al que él y otras 27 personas habría sometido a prisioneros de guerra y a los propios ciudadanos saharauis, añade La Rioja. El juez instructor de esa causa, Santiago Pedraz, ha reabierto la denuncia interpuesta por ASADEDH en 2007. Este proceso se archivó en 2020 ante la imposibilidad de interrogar a los imputados por no encontrarse en España, pero el magistrado ha decidido retomarlo ahora que Gali está hospitalizado en Logroño.

Tranquilos, Marlaska, asegura que Marrueos y España tiene relaciones "fraternales"

Gali también había sido denunciado en 2013 ante la Audiencia Nacional por la saharaui Jediyetu Mahmud Mohamed Zubeir, quien aseguró que sufrió “acoso, agresión sexual y violación por parte de Brahim Gali” cuando se presentó ante la embajada de la RASD en Argel para solicitar al Polisario un visado para viajar a España. «Cuando tuve que pedir un visado para salir de vuelta a Europa, me violó», aseguró. Pero como la supuesta violación ocurrió en Argelia, y el perpetrador es saharahui, la Audiencia Nacional desestimó la querella en 2018, según documentos a los que ha tenido acceso La Razón.

Jediyetu Mahmud Mohamed Zubeir espera que tras el movimiento internacional #MeToo y el atroz caso de «la manada» en los San Fermines -todo un precedente para las víctimas de violación en España- esta vez, su futura querella criminal contra Ghali llegue a buen término. «Tengo mucha fe en este año y en el próximo. Confío en que en España, un país donde se respetan los derechos humanos, se haga justicia», explica Mohamud, quien elegirá a una abogada para que entienda mejor su trauma, añade La Razón.

Según el abogado de Gali, Manuel Olle, Gali ha negado todos los hechos y "ha hecho un esfuerzo tremendo" para colaborar con la Justicia. Olle ha asegurado que el motivo de las querellas "es absolutamente político" y que el objetivo es minar la "credibilidad del pueblo saharaui y su lucha hacia la autodeterminación" y usar a Gali como un "trofeo político", recoge RTVE.

Por su parte, Mariana Delmas, abogada de la acusación particular, ha insistido en que "hay indicios" contra Gali y ha pedido prisión preventiva como medida cautelar para evitar que Gali abandone España. Según Delmas, Gali no ha respondido a las preguntas de las acusaciones y el juez Pedraz no ha hecho ninguna pregunta. La Fiscalía no ha hecho ninguna petición de medidas preventivas, han confirmado ambas partes. Ahora el juez Pedraz deberá tomar una decisión.

Ojo, porque la acusación habla de peligro de fuga. Pero tranquilos, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska ya ha dicho que las relaciones entre Marruecos y España son "fraternales". Lo que recuerda el dicho polaco:

-¿Los rusos son amigos o hermanos?

-Son hermanos, porque a los amigos los elige uno.