• El presidente de la Cámara de Diputados del Congreso, Eduardo Cunha, abrió el miércoles los procedimientos para un juicio político contra ella por irregularidades en las cuentas públicas.
  • Rousseff dijo estar "indignada" por la decisión de Cunha y aseguró que no existe la menor evidencia de que haya cometido algún ilícito.
  • Brasil vive inmerso en una crisis política a causa de la investigación sobre un enorme escándalo de sobornos en la petrolera Petrobras.
  • A lo que se añade la peor recesión económica en 25 años.
Malas noticias para la presidenta de Brasil Dilma Rousseff. El presidente de la Cámara de Diputados del Congreso, Eduardo Cunha, abrió el miércoles los procedimientos para un juicio político contra ella por irregularidades en las cuentas públicas, informa Reuters. Ahora, una comisión especial con miembros de todos los partidos decidirá sobre ello. Y, posteriormente, el proceso necesitará los dos tercios de los votos de la Cámara -342- para suspender a la presidenta mientras se lleva adelante un juicio de 180 días en el Senado. Aunque no está claro si los enemigos de Rousseff tienen los votos para removerla del cargo. Pero se trata de un episodio más en la crisis política que vive el país a causa de la investigación sobre un enorme escándalo de sobornos en la petrolera Petrobras. Y a la crisis política se añade la económica, con la peor recesión en 25 años. La economía de 1,5 billones de dólares, la más grande de Iberoamérica, está previsto que se contraiga con fuerza este año y el próximo, en la que podría convertirse en la recesión más extensa de Brasil desde la Gran Depresión de la década de 1930. En un discurso transmitido por televisión a todo el país, Rousseff dijo estar "indignada" por la decisión de Cunha y aseguró que no existe la menor evidencia de que haya cometido algún ilícito. "No tengo ninguna cuenta en el extranjero", dijo, en una referencia a Cunha, quien está bajo investigación por corrupción y tiene cuentas bancarias en Suiza. Rousseff, la presidenta más impopular de Brasil en una generación, ha enfrentado crecientes llamados a su renuncia por llevar a la una vez boyante economía brasileña a una recesión. Recientes sondeos de opinión muestran que a la mayoría de los brasileños les gustaría ver que enfrente un juicio político. Aunque Rousseff no está bajo investigación por el escándalo de Petrobras, la mayor parte de los hechos de corrupción ocurrieron cuando ella era presidenta del directorio y sus opositores dicen que debería ser la responsable. José Ángel Gutiérrez joseangel@hispanidad.com