El Gobierno británico reconoció en un informe interno que el Brexit puede tener un severo impacto en la economía, con escenarios que van de una caída del crecimiento de un 8% (en el caso de un "no acuerdo" con Bruselas) al 2% (en la hipótesis de permanencia en el mercado único). La opción que persigue la ‘premier’ Theresa May, con un acuerdo comercial Londres-Bruselas, se traduciría en una caída del 5% del PIB en los próximos 15 años, informó El Mundo.
El informe -titulado asépticamente ‘Análisis de la salida de UE’- lleva fecha de enero del 2018 e iba a ser debatido en el próximo gabinete especial del Brexit la próxima semana, pero ha sido filtrado a BuzzFeed y difundido por varios medios británicos, en plena guerra interna del Gabinete sobre la dirección del Brexit y ante el arranque de la segunda fase de la negociación.
Es la opción que persigue la 'premier' Theresa May, a pesar de que el sector industrial y el de servicios se verían gravemente afectados
El análisis advierte que el sector industrial y el sector servicios se verían gravemente afectados, con especial incidencia en la industria química, la industria automovilística, la alimentación y el sector textil. La agricultura sufriría aparentemente menos en cualquiera de los tres escenarios.
Todas las regiones del Reino Unido sufrirán el impacto, aunque los efectos serían mayores en las zonas tradicionalmente más desfavorecidas como el norte industrial de Inglaterra, los Midlands e Irlanda del Norte (incluso sin contemplar la posibilidad de la vuelta a una frontera “dura”).
Asimismo, el sector financiero británico también sufrirá un impacto más largo e intenso que durante la última crisis.
Londres correría también el riesgo de perder su condición de capital financiera de Europa, sin una diferencia apreciable entre las dos "peores" opciones, aunque el golpe quedaría amortiguado con la permanencia en el mercado único y la conservación del "pasaporte financiero".
El informe concluye por otra parte que los beneficios de los acuerdos comerciales con otros países, tras la salida de la UE, no serían suficientes para mitigar las pérdidas. Un tratado comercial con Estados Unidos se traduciría tan solo en un aumento del PIB del 0,2% a largo plazo. Los acuerdos con China, India, Australia y los países del Golfo podrían suponer un aumento del 0,1% al 0,4% en la economía británica.