La vicepresidenta del Gobierno, Nadia Calviño, dedica el grueso de su jornada laboral a convencer a Europa -y no se le da mal, porque es su ambiente natural- de que las cuentas públicas españolas pueden enderezarse y de que la recuperación del mercado laboral es un hecho.

Ahora bien, para los ingenuos, conviene recordar que no es que los europeos deseen lo mejor para los españoles: es que no quieren pagar el déficit español, cosa muy distinta.

Bruselas concreta su exigencia en que se respete la reforma laboral del PP y que el gasto en pensiones reduzca su peso en el gasto total

Lo ultimo: Europa ha amenazado al Gobierno Sánchez con que si no cambia de política, España podría ser “rescatada” en 2022. Así, sin anestesia. Y así, Calviño se ha apresurado a enviar a Bruselas su dictamen sobre reforma laboral y reforma de las pensiones. Como no se atreve a adoptar la medida más humana, no bajar las pensiones pero retrasar la edad de jubilación, ha optado por ampliar el cómputo (o sea, bajar la pensiones sin que se note). Pero recuerden que Pablo Iglesias ya le advirtió el domingo, con el inefable Évole como notario, que no piensa aceptar la ampliación del periodo de cómputo para establecer la cuantía de la pensión hasta los 35 años de cotización.

El agujero que Zapatero dejó a Rajoy es pequeño con el que Sánchez puede dejarle… a quien venga

Porque de esto estamos hablando: Bruselas exige a Sánchez pensiones más bajas y despido más fácil porque los europeos no quieren pagar el déficit español. Para ser más rigurosos: Bruselas nunca exige eso de forma directa, sólo te recuerda que convendría no hacer excesivos cambios en la reforma laboral del PP, es decir, la de Fátima Báñez que, ojo, supone un mercado laboral un poco más flexible que el anterior pero ni mucho menos el que consideran ideal ni los inversores -las multinacionales se están alejando de España- ni tampoco el regulador europeo. La tónica general en es el continente

Y Bruselas también exige al Gobierno español que el gasto en pensiones reduzca su peso en el gasto total. Traducido, que bajen las pensiones.

¿Los pensionistas españoles cobran mucho? Por supuesto que no, pero el gasto total en pensiones no puede estar rozando el 40% del gasto porque eso no hay país que lo aguante.

Insisto, no es que los europeos deseen lo mejor para los españoles: es que no quieren pagar el déficit español.

Vivimos en la economía subvencionada, es decir, en las majaderías de Podemos que tanto agradan al economista nesciente llamado Pedro Sánchez

Y luego está el espejismo del plan de recuperación. Hombre son 72.000 millones de subvenciones -con deuda paneuropea mutualizada, en la que también aporta España- y 68.000 en créditos, pero les recuerdo, que sólo en el año 2020, tan sólo en 12 meses, nueve de pandemia, la economía española se endeudó por 130.000 millones más que el año anterior, y que la deuda ya representa el 115% del PIB.

Ojo y no es que esa deuda la compre el mercado, los particulares, porque confíen en España: nos la compra el BCE, que ya posee el 30%, sí, el 30% del total de la deuda española. A ver si nos entendemos: somos un país colonizado por el BCE y Europa, por tanto, puede exigirnos.

Y recen para que la deuda, en lugar de al 0%, la tengamos que pagar al 2%. Recen para que no suban los tipos o iríamos directamente a la quiebra

Insisto: no es que los europeos deseen lo mejor para los españoles: es que no quieren pagar el déficit español. Saben que el déficit es el padre de la deuda, y la deuda la madre de la quiebra de los Estados. Y entonces es cuando La Unión amenaza a Sánchez: o rebaja las pensiones y flexibiliza el mercado laboral… o España deberá ser rescatada… a comienzos  de 2022.

A ver si nos entendemos: somos un país colonizado por el BCE y Europa, por tanto, el BCE puede exigirnos

Además, recuerden lo que hizo Mariano Rajoy -del PP, o sea, la derecha socialdemócrata, que no liberal, española-: subir los impuestos y deducir los gastos para salir del agujero donde le había dejado Zapatero. Pues bien, ahora Sánchez está creando un agujero mayor que el de Zapatero y encima con un socio comunista que asegura que las pensiones no se tocan, es más que deben subir y que incrementar aún más el gasto público, endeudar aún más a España y que, por supuesto, quiere empleo seguro aunque no sea rentable. O sea, la colección de majaderías de Podemos que tanto agradan al economista nesciente llamado Pedro Sánchez.

Esa España subvencionada de Podemos es la que nos lleva directamente al rescate. Y el rescate es Grecia, algo así como que Bruselas tome los mandos y te diga tranquilos: esas pensiones que no quisiste reducir ahora las bajaré yo… y a lo bestia. En el caso de la Grecia de Tsipras y Varoufakis, un 30%.

No me extraña que Nadia Calviño ande agobiada.