Buen primer semestre para el Grupo PSA (Peugeot, Citröen, DS, Opel y Vauxhall), que ha tenido un beneficio neto consolidado de 2.048 millones de euros, un 19,5% superior al del mismo periodo de hace un año. Y todo ello, pese a la caída de ventas en un 12,7% por batacazos en China, Hispanoamérica y Turquía, y el parón en Irán.
La mejora se ha debido al aumento de la rentabilidad, gracias a la subida del precio medio de los vehículos (+1,3%) y al incremento de la venta de modelos de mayor valor añadido (+2,9%), al mismo tiempo que ha reducido costes, pese al impacto negativo de los tipos de cambio. “Hemos logrado un flujo de efectivo disponible -de 1.599 millones- y un fuerte beneficio operativo corriente -3.338 millones, un 10,6% superior, destacando el de la división Automóvil (+8,7%)-. Estamos preparados para la electrificación y para afrontar los próximos desafíos tecnológicos”, ha subrayado Carlos Tavares, presidente del Grupo PSA.
Sin embargo, la facturación del grupo automovilístico francés se ha situado en 38.340 millones, lo que supone un ligero descenso del 0,7%, por la caída de matriculaciones. Eso sí, en España, tiene razones para estar feliz porque ha cerrado el semestre como líder, con una cuota del 22,3% del mercado total, alcanzando 180.213 matriculaciones. El director general de Comercio de Grupo PSA Iberia, Christophe Mandon, ha destacado “el fuerte dinamismo comercial de Grupo PSA en un contexto difícil” y que “afronta con confianza la segunda mitad del año, con nuevos lanzamientos y la llegada de versiones híbridas, enchufables y eléctricas”.