Carlos Arenillas, exvicepresidente de la CNMV, se ha personado en la causa contra Villarejo y el BBVA en el juzgado número 6 de la Audiencia Nacional, que dirige el juez Manuel García-Castellón, cuyo domicilio particular, por pura casualidad, fue asaltado la tarde del miércoles 13 de marzo. Su excompañero de juzgado, hoy ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska asegura que se reforzará la vigilancia cuando -otra coincidencia- ni se ha preocupado en investigar el caso de las escuchas del comisario José Villarejo, presuntamente a orden y a pago del presidente del BBVA, Francisco González (FG).
Uno de los lugares donde el comisario Villarejo comenzó a grabar fue la Sala Adán, un local gay de Sabiniano Gómez, suegro de Pedro Sánchez
Pues bien, Carlos Arenillas apunta ahora contra Villarejo y FG, al igual que días atrás hiciera Miguel Sebastián, exministro de Industria, al que Villarejo también espió. O como, más días atrás, hiciera el vicepresidente del BBVA, José Domingo Ampuero, el expresidente de BBVA-Brasil, Vicente Benedito, y el expresidente de Sacyr, Luis del Rivero, por idénticas razones.
Sin embargo, miren por dónde, a Moncloa no parece interesarle lo más mínimo estudiar el asunto.
Es como si el Sanchismo no quisiera saber nada del caso Villarejo. La verdad es que una de las primeras andanzas del comisario consistió en colocar micrófonos en el local gay ‘Sala Adán’, propiedad del suegro de Pedro Sánchez, Sabiniano Gómez.
El Gobierno no se mueve ni tan siquiera tras el asalto al domicilio particular de García-Castellón
Tampoco la Fiscalía se ha interesado por el mayor caso de espionaje industrial de la historia de España. Sólo un juez se ha atrevido a abrir una pieza separada del caso Villarejo con el episodio FG… y resulta que su casa ha sido allanada. Otra coincidencia.
No es de extrañar que Carlos Arenillas y Miguel Sebastián estén que fuman en pipa contra su propio partido, el PSOE, y en especial contra el equipo Pedro Sánchez.