CAF perdió 35 millones de euros hasta junio, frente a las ganancias de 25 millones de un año antes a causa del parón por el estado de alarma por el coronavirus.
Además, cayó un 12% su facturación, hasta los 1.117 millones de euros. La de servicios de mantenimiento fue la actividad más penalizada, en la que la empresa tuvo que recurrir a un ERTE, dado que cayó un 37%, hasta los 252 millones. La de fabricación de trenes, que sorteó medidas para la plantilla, se redujo un 25%, hasta 507 millones.
Mientras que el beneficio bruto de explotación (ebitda) llegó a los 73 millones, un 37% menos.
En cuanto al endeudamiento, este asciende a 451 millones, equivalente a 2,3 veces su ebitda, y asegura disponer de un 'colchón' de liquidez ante la crisis de 1.158 millones.
CAF cerró la primera mitad del año con una cartera de contratos pendientes de acometer por valor de 8.928 millones de euros, tras formalizar contratos por 599 millones.