- A poco que suban los tipos se paralizarán las fusiones bancarias.
- Aunque el BCE seguirá dando la pelmada con el capital.
- La banca digital no sustituye a la tradicional: la complementa… como en todo.
- Jordi Gual tri-consejero: Caixabank, Repsol y Telefónica.
- El modelo Caixabank -nóminas y no remuneración del pasivo- se impone, pero a la bolsa no le gusta.
El presidente
Jordi Gual y el Ceo
Gonzalo Gortázar han presentado el viernes 2, en Valencia,
los resultados correspondientes al ejercicio 2017. Por cierto, el tri-consejero Gual merece
mención especial, dado que no hay nadie que en el momento presente ejerza como consejero del primer banco en España, de la primera petrolera (
Repsol) y de la teleco de bandera, pues acaba de entrar en el
Consejo de Telefónica.
Pues bien,
los resultados avalan el modelo Caixabank, pero no son tan buenos como se presentan. Al final, todo se basa en la reducción de nuevas dotaciones e incluso en la recuperación de las anteriores, dado que la morosidad está bajando, y eso ha supuesto una aportación positiva que, respecto al ejercicio 2016,
supone una diferencia de casi 1.300 millones de euros.
Y esto es bello e instructivo, al menos por dos cuestiones: porque el
modelo Caixabank (no remunerar depósitos y enviar a los clientes a fondos, así como controlar el 26% de las nóminas, clave del negocio) se ha mostrado positivo y, además, porque es posible que se detengan las
fusiones bancarias forzadas desde el poder.
Un asunto nuevo: Cataluña. Un periódico independentista pregunta a Gual si no se han arrepentido ya de haberse marchado de Cataluña. Pues no. El presidente de Caixabank asegura que anunciaron su marcha un viernes y
la reversión de depósitos comenzó un lunes. Es decir que los depósitos huidos volvieron en cuanto Caixabank volvió al redil del
Banco Central Europeo (BCE).
Es curioso, el sentimiento independentista es romántico. Tonto pero romántico. El movimiento unitario, por el contrario, mira el dinero. Y lo más curioso es que a lo mejor se equivoca en la manera de mirarlo.
En resumen,
Caixabank es el líder en banca minorista de la península ibérica. El 26% de todas las nóminas de España son suyas y también lidera los fondos de inversión y seguros de vida, así como casi todos los productos de ahorro a largo plazo, como los
fondos de pensiones.
También son el primer banco digital, si por ello entendemos aquel banco con más operaciones y clientes digitales sobre el total, el
primer banco digital en cuanto a penetración de operaciones por vía digital, sea móvil u ordenador. En sistemas de pago y firma digital también son los primeros.
Y las cuentas de Caixabank también certifican que el mejor negocio de activos es el
crédito a familias y la propiedad privada que ronda a la familia: pequeños comercios, hipotecas, etc. Pues bien, eso era el fagocitado
banco Popular.
Pero la bolsa no acaba de quererle. Es verdad que en diciembre y en enero han 'sufrido' un rally alcista, pero no deja de sorprender que, con un beneficio neto disparatado, la acción cayera casi un 5% al comenzar la sesión del viernes 2, en la Bolsa de Madrid.
Cláusulas-suelo. Los datos: 98.000 reclamaciones hasta de diciembre. El 52% se han aceptado y el banco ha pagado 241 millones de euros. Por cierto, el Ceo Gortázar recuerda que la mayoría de esas hipotecas opacas procedían de bancos adquiridos por Caixabank (¿Barclays?).
Por cierto, el portugués
BPI permanecerá en la Bolsa de Lisboa. Pero el capital negociado seguirá siendo mínimo. El asunto BPI no terminará hasta que doña Ángela dos Santos desaparezca del horizonte. Por ejemplo.
El modelo
Caixabank -nóminas y no remuneración del pasivo- se impone, pero a la bolsa no le gusta. Prefiere firmas más especulativas. Pero recuerden: para especular hay que ser mucho más grande, cuanto más grande mejor.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com