Caixabank se fusiona con Bankia. Todo parece muy encaminado, porque hablamos de una cuestión de Estado. Se trata de forzar dos bancos sistémicos, muy grandes, de tamaño europeo… lo que supone algo tan sencillo como que, si caen, Europa, el Banco Central Europeo (BCE), no les va a dejar caer… porque serán muy grandes para caer.
Y así, con Caixabank-Bankia, comienza el proceso que el miércoles adelantara Hispanidad. Un banco-caja, o caja-fundación, el resultante de la fusión entre Caixabank y Bankia, anunciada en la noche, casi madrugada, del jueves (y ojo que no se adhiera Sabadell) y la gran fusión entre Santander y BBVA.
En la primera, Caixabank, 2,5 veces Bankia, absorbe a la entidad madrileña pero el presidente de la pequeña, siempre según las consignas de Moncloa y de la Vicepresidencia económica, debe ser Goirigolzarri, quien presida la resultante. Sí, el impulsor ha sido el Gobierno pero el diseñador del modelo ha sido Isidro Fainé, principal accionista de Caixabank, con un 40% del capital, a través de Fundación Caixa.
El Gobierno quiere dos bancos sistémicos, soportados por el BCE… de los que no puedan caer. En el fondo, serían un banco internacional y una caja-fundación
Y tras Caixabank-Bankia (capitán, Goiri), el Gobierno, con la inestimable ayuda del Banco Central Europeo (BCE) y del Banco de España (BdE) afrontará la segunda gran fusión: Santander-BBVA, donde, por si no ha quedado claro, la presidenta deberá ser Ana Botín.
Dicho de otra forma, en Santander-BBVA, el perdedor sería Carlos Torres Vila. En Caixa-Bankia los perdedores serían Jordi Gual y Pepe Sevilla.
¿Está todo esto escrito y no tiene marcha atrás? Ni lo uno ni lo otro, que el futuro es un niño en las rodillas de los dioses, pero así está programado.
Y cuidado, no entre todavía el Sabadell en la operación Puente Aéreo. En la fusión cántabra, Prisa volvería a ser el grupo periodístico de Moncloa (más aún) y Ana Botín la banquera feminista
Insisto: el Gobierno quiere dos bancos sistémicos, soportados por el BCE. En el fondo, serían un banco internacional y una caja-fundación: la fusión Puente aéreo y la fusión del Cantábrico. En la fusión Puente Aéreo podría entrar el Sabadell. En la fusión cántabra, Prisa volvería a ser el grupo periodístico de Moncloa (más aún) y Ana Botín, la banquera feminista del presidente feministo, Pedro Sánchez.
Y nunca, nunca jamás, se le volverá a colocar en segunda fila en una conferencia del presidente del Gobierno como ocurrió en el cursilísimo discurso de España puede. Pero Ana y Pedro vuelven a ser amigos.
¿Se resistirá Carlos Torres Vila? A lo mejor, como se resistió a la unión con Bankia, pero ante una cuestión de Estado y mucho dinero, seguramente aceptará quedarse como copresidente de Ana Botín durante un tiempo, antes de dar la estampida para no trabajar jamás. Ya saben, para tranquilizar a la tropa BBVA.