Si antes lo decimos: el miércoles, en medio de una sangría de rumores animados el Banco de España (BdE) el Banco Central Europeo (BCE) y hasta la patronal AEB, describíamos el plan del Gobierno sorbe fusiones bancarias: dos grandes bancos españoles para iniciar la reconversión traumática (no se engañen, el principal objetivo es reducir sucursales y plantillas) del sector bancario español: Santander a fusionarse -absorber- con BBVA y Caixabank con Bankia y Sabadell.
Tras fracasar el intento de fusión BBVA-Bankia, Nadia Calviño tenía que colocar Bankia. Y ojo, que la ecuación de canje no es sencilla
Dos hechos relevantes (de Caixabank y Bankia) que pueden ver en el documento adjunto, en plena resaca por el empate de la Selección de fútbol en Alemania y precipitados por la rumorología ambiental, nos reconocía que, sin haber llegado a acuerdo alguno, Caixabank y Bankia estudiaban un proceso de fusión.
Ojo dicho proceso no tiene “el visto bueno del Gobierno” Sánchez. Es más: es una fusión instada por el Gobierno, aunque es cierto que ha contado desde el comienzo con el visto bueno y el impulso del presidente de Fundación Caixa, propietaria del 40% de Caixabank, es decir, de Isidro Fainé. De hecho esta puede considerarse la última fusión del banquero catalán, el más partidario de las oficinas presenciales.
Por ahora, sumar el Sabadell y hacer un trío ha resultado imposible, pero el plan inicial era el de dos grandes bancos: Santander-BBVA y Caixa-Bankia-Sabadell
Pero ha sido el Gobierno quien, tras fracasar en la fusión BBVA-Bankia, la más deseada por el PNV y a la que BBVA se negó en redondo, como ahora se niega a ser absorbido por el Santander, ha decidido presionar para colocar su Bankia, que ya le quema en las manos, a Caixabank. Eso sí, no se ha podido introducir en la ecuación al Sabadell, aunque todo está abierto.
Resumiendo: el Gobierno apuesta por José Ignacio Goirigolzarri como presidente y por Gonzalo Gortázar como consejero delegado. Pero en Caixabank no todos piensan así. Es lógico que no piense así su presidente, Jordi Gual, actual consejero de Telefónica, que quedaría fuera de juego. Además, no olvidemos que ahora mismo Caixabank es más rentable que Bankia y que, encima, Goiri cuenta con la rémora de su participación estatal. En definitiva, ¿cómo se valorará la participación del Gobierno en BFA-Bankia? La ecuación de canje no es sencilla y los socios institucionales no se lo van a poner fácil a doña Nadia Calviño.
La carencia del banco resultante es evidente: escasa presencia internacional. Lo más preocupante: la pérdida de empleo
Más: la carencia del banco resultante es evidente: escasa presencia internacional. Por eso, la fusión de los dos va a terminar en una reconversión muy dura del sector bancario español, con una reducción, aún imposible de calcular y que, sin duda, será imposible no concluya en una reducción, sí, traumática y aún así muy costosa, de sucursales y de plantilla.
Y a todo esto, ¿las fusiones son la respuesta a casi un lustro (desde 2016) de tipos al 0%? En mi opinión, no. Una empresa no puede vivir en un negocio sin margen. Puedes recortar los gastos transitoriamente pero eso tiene un límite. Por ejemplo, el límite de la consunción de la propia empresa.
Ahora queda la otra gran fusión Santander-BBVA. Ahí, Carlos Torres se defiende con uñas y dientes. Lógico
Y ahora queda la otra gran fusión Santander-BBVA. Ahí, Carlos Torres se defiende con uñas y dientes. Se ha negado a unirse con Bankia y también se niega a hablar con el Santander. Con el grande sería perdedor por tamaño, con el pequeño -Bankia- sería perdedor contra… Nadia Calviño y el PNV. Por, por pronto, ahí tienen a doña Ana Botín alabando el cursilísimo último discurso de Pedro Sánchez.