- El hólding Violas Ferreira provoca la segunda prórroga para acabar con el límite de los derechos de voto, que se aplaza al próximo 21.
- Y de esa decisión depende que CaixaBank sigua a delante con la OPA lanzada en abril: no manda, a pesar de su 45%.
- Y Caixabank necesita mandar para desmarcar al BPI del Banco de Angola y evitar una multa del BCE.
- Pero el juez no ha fallado todavía sobre la demanda de Violas Ferreira, que posee 2,7% del capital.
CaixaBank tendrá que esperar otros 15 días para seguir adelante con la
OPA sobre el
Banco Portugués de Inversiones (BPI), después de que se haya aplazado este martes por segunda vez -la primera fue el 22 de julio- la
asamblea para acabar con el
límite de los derechos de voto, la condición
sine qua non puesta por el
banco español. La próxima reunión será el 21 de septiembre.
El problema ha sido el mismo que la otra vez: el hólding
Violas Ferreira, que tiene el 2,7%, presentó una demanda para bloquear el cambio de estatutos del BPI que impone el blindaje (20% de los derechos de voto, al margen de la participación).
El juez no ha fallado todavía y la reunión se ha vuelto a aplazar.
Pero si esa norma no cambia, Caixabank no seguirá adelante con la OPA. De poco vale tener el 45% del capital -es el caso-, sino se puede mandar.
Y de que eso suceda depende algo más importante: que el BPI se desmarque de su
sospechosa filial, el
Banco de Angola, en el que tiene un 50,1%, pero del que depende el 75 del
beneficio.
El resto del capital lo controla
Isabel Dos Santos, segundo accionista de BPI, con el 18,6%, pero con el mismo poder que el primero,
Caixabank. El acuerdo entre los dos no parece posible y la solución está en el cambio de estatutos.
Eso es lo que tiene cambiar, básicamente, para que Caixabank avance. De lo contrario, el
Banco Central Europeo (BCE) pondrá una
multa millonaria al BPI. Ya le ha hecho saber que Angola es igual a mucho riesgo y que debe cambiar la relación con la filial.
Toca esperar, por tanto.
Hay plazo todavía hasta octubre para arreglar el desaguisado. Es la prórroga que dio el BCE para evitarlo, tras con conocerse los planes de la OPA. Y en medio, ha terciado también el
Gobierno portugués, que ha permitido a los bancos con un decreto que supriman el
blindaje del 20% en los derechos de voto. Basta con someterlo a la Asamblea y que lo apruebe el 75% de los accionistas.
Miriam Prat
miriam@hispanidad.com