- La declaración formal de hambruna, reconocida por el Gobierno, "significa que la gente ya empezó a morir de hambre", advirtieron la FAO, Unicef y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
- Y mientras, "los militares han atacado un pueblo, violando a mujeres y niñas", denuncia un obispo anglicano.
- La ONU y las iglesias cristianas en Sudán del Sur están multiplicando las voces de alarma por el incremento de la violencia étnica y tribal.
En
Sudán del Sur, en este momento, hay una guerra civil entre el gobierno del Presidente
Salva Kiir y las fuerzas fieles al ex Vice Presidente
Riek Machar.
Y en ese violento contexto, más de 100.000 personas están amenazadas por la hambruna en parte de Sudán del Sur, según alertan el Gobierno y tres agencias de
Naciones Unidas, que declararon situación de emergencia en algunas zonas del convulso país africano, recoge
DW.
"La hambruna afecta actualmente a zonas del estado de Unidad, en la centro-norte del país. Una declaración formal de hambruna significa que la gente ya empezó a morir de hambre", advirtieron la
Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Unicef y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
Otro millón de personas está al borde de la hambruna en varias zonas del país en las que la agricultura se ha visto afectada por el conflicto militar surgido en diciembre de 2013 entre el presidente, Salva Kiir, y su antiguo vicepresidente, Riek Machar.
Pese a que el Gobierno de Salva Kiir reconoce la emergencia, continúa bloqueando el suministro humanitario de alimentos a estas áreas, denuncian funcionarios de la ONU.
Pero, por si fuera poco, en Sudán del Sur se está produciendo otro alarmante fenómeno. Y es que
un obispo anglicano ha acusado al ejército de Sudán del Sur de violaciones en masa y de violencia contra la población civil en el estado de Eastern Equatoria. "No sabemos el número exacto de mujeres que han sido violadas, pero hay cinco mujeres y chicas que están hospitalizadas en el Juba Teaching Hospital", ha declarado
Paul Yugusuk, de la diócesis Anglicana de Lomega., publica
Fides.
Según los testimonios recogidos en el lugar, los autores de la violencia parecen ser los militares del puesto de guardia de Nesitu, en la periferia extrema del sur de la capital, Juba, que están encargados de la protección de la circulación a lo largo de la carretera de Juba a Nimule, en la frontera con Uganda.
El asalto se ha llevado a cabo contra el pueblo de Kubi, en el eje Juba-Nimule. Además de haber violentado a mujeres y chicas,
algunas muy jóvenes, los militares han detenido y torturado a 46 hombres, "de los cuales 42 han sido liberados posteriormente, pero cuatro están desaparecidos", dice el Obispo. El pueblo ha sido completamente saqueado y la población ha huido.
La ONU y las iglesias cristianas en Sudán del Sur están multiplicando las voces de alarma por el incremento de la violencia sobre la
base étnica y tribal que caracteriza la guerra civil entre el gobierno del Presidente Salva Kiir y las fuerzas fieles al ex Vice Presidente Riek Machar. Un alto mando del ejército de Sudánd el Sur ha dimitido recientemente acusando a Kiir de realizar una limpieza étnica contra aquellos que no pertenecen a su etnia, los Dinka.
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com